El aceite de oliva virgen extra: una experiencia sensorial

La World Olive Oil Exhibition de Madrid ha dejado muchos titulares

El aceite de oliva viren extra: una experiencia sensorial

Antonio Mateo

Publicado el - Actualizado

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Hay verdades que son conocidas a lo largo del mundo como que el vino blanco marida mejor con unas gambas y que el tinto acompaña muy bien, por ejemplo, a un lomo alto de rubia gallega. Pero si te paras un segundo a pensar, ¿cuánto conoces del aceite de oliva?

En esa labor por la divulgación del oro líquido se encuentra plenamente activa la consultora internacional de aceite de oliva  y co-fundadora de Extra Virgin Alliance Alexandra Kicenick explica a Fuera de Carta que el primer desafío se encuentra en conseguir que el consumidor “pruebe un buen aceite de oliva virgen extra”. Con el objetivo marcado queda el proceso “cómo conseguimos que el aceite de oliva llegue a la boca del consumidor?” se pregunta la experta norteamericana para añadir “hay que dejar que un producto que está tan ligado a los sentidos pueda ser entendido y esto solo ocurrirá comiendo, bebiendo y experimentando”.

En busca de este propósito se ha desarrollado en Madrid la World Olive Oil Exhibition, un congreso internacional del aceite que reúne cada año a amantes y profesionales del sector para unir fuerzas en la promoción del aceite de oliva. Conferencias pero también showcookings y catas que acercan e introducen al consumidor en este mundo.

Uno de los ponentes Kike Piñeiro ha mostrado en un viaje culinario alrededor del mediterráneo todas las posibilidades que encierra este producto con el que “se puede aportar matices diferentes y muy buenos a un plato” sólo utilizando este producto.

Una experiencia sensorial

En el mundo de la gastronomía hay dos tipos de personas. Las que quieren probar nuevos productos y los que se conforman con lo que han comido toda la vida. La manera de hacer que este producto entre en la vida de los consumidores tal y como explica Alexandra Kicenick es “dejando que experimenten” y es que “un producto tan ligado a nuestros sentidos sólo puede ser realmente entendido comiendo. bebiendolo y sintiendolos”.

Y en ese sentido la industria del aceite se ha puesto las pilas y está centrando sus esfuerzos en hacer que los chefs utilicen cada vez más este producto. Así el consumidor lo va consumiendo de forma natural. En “Estados Unidos tuvo una buena aceptación venderlo a granel. Y el por qué es fácil. De esta manera la gente podía olerlo y probarlo”.

En ese sentido la World Olive Oil Exhibition acogia un showcooking protagonizado por Kike Piñeiro,chef de A Horta do Obradoiro. Define al aceite de oliva como un producto “desconocido” al que hay que hacer llegar al gran público “igual que la gente tiene ropa para fin de semana pueden hacer lo mismo con el aceite de oliva virgen extra. Hay que crear una pequeña bodeguita en casa”

Y en ese sentido nos hacemos una pregunta ¿cómo puede escoger un principiante el aceite que más le gusta?  El chef nos ofrece un consejo “empieza probando con tus productos favoritos y prueba hasta que encuentres tus propios gustos…Hay aceites más suaves, otros más complejos como un coupage. Entonces tú coges ese producto lo pones en un pan y vas probando. Si eres fan del chocolate, un poco de la variedad arbequina y ya puedes sonreír.

Regalar una experiencia

“Tengo un amigo en Italia que dice que la idea de beber aceite de oliva es asquerosa, es como beber grasa”, Alexandra Kicenick define uno de los problemas para hacer llegar el aceite de oliva la forma de consumirlo. Para muchos de los clientes, el aceite de oliva es sólo un ingrediente. Hay que darle una vuelta “tenemos la oportunidad de hablar sobre los sabores y entonces lo que estamos intentando hacer que se use el lenguaje para que busque memorias”.