Juegos para el aislamiento: Vamos a contar cuentos
Cuentos o historias, de cualquier tipo, incluso las podemos contar con pictogramas
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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Si te has encontrado por primera vez con estos juegos tradicionales para este tiempo de confinamiento en casa mientras dure la pandemia por la COVID-19, te explico que en COPE.es nos hemos propuesto dar ideas para cuando estar en casa ya es un poquitín cansado o incluso, se nos han acabado las tareas del cole y no sabemos muy bien que hacer.
A lo largo de estos días, os hemos propuesto jugar al Veo Veo, a la zapatilla por detrás, al juego de las sillas y a adivina adivinanza. Juegos tradicionales para dejar también un poquito de lado la tecnología. ¡Tanta tablet! y ¡tanto móvil! y que, de paso, descansen un poquito los ojos del exceso de ordenador -porque las clases son telemáticas-.
¿Y qué proponemos este Lunes Santo? Pues algo que tampoco pasa nunca de moda: contar historias, o cuentos. Si estuvieran con nosotros los abuelos, nos podrían contar sus batallitas de cuando eran jóvenes. Porque ¡cuánto han vivido! y ¡cuánto nos tienen que enseñar!
'Caperucita Roja', 'Los tres cerditos', 'La Cenicienta'
¿Sabes qué le pasó a Caperucita? y ¿por qué el lobo podía con solo un soplido tirar la casita de uno de los tres cerditos? y ¿cuando dan las 12 de la noche por qué los lacayos se convierten en ratoncitos y la carroza de Cenicienta en calabaza?
Ha llegado el momento de preguntárselo a mamá o a papá y que nos cuenten de pe a pa estos maravillosos cuentos tradicionales de Perrault, de los Hermanos Grimm o de Hans Christian Andersen.
Contar historias con pictogramas
Las anteriores historias tienen muchos años, algunas siglos, porque hasta que Perrault o los Hermanos Grimm publicaron aquellos dos volúmenes con cuentos de hadas entre 1812 y 1815 estas historias pasaban de padres a hijos por tradición oral.
Según ha ido avanzando la historia, también hemos progresado en sistemas educativos, en modos de integrar a niños con distintas capacidades intelectuales. Y entre ese avance nos encontramos con la posibilidad de integrar, por ejemplo, a la hora de contar historias a niños con autismo, muy inteligentes, pero que a lo mejor no saben expresarse correctamente con el habla.
Entre esos progresos está que les podemos y ellos nos pueden contar historias partiendo de dibujos, de símbolos, de figuras. Ellos las van a enterder y lo que es mejor, nos pueden contar una historia por medio de esos dibujos.
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