Una vecina de Chiva no puede llevar a su hijo a las pistas deportivas tras la DANA y sorprende por lo que hace para que no pierda su rutina

Mónica Álvarez, desde el Teatro Real, relata que hay muchísima gente de Valencia en el patio de butacas. Ha hablado con dos chicas que han venido de la zona 0 de la DANA. Amparo viene de Burjassot y la acompaña Chus. Ella es de Chiva. Ambas siguen con ilusión y en directo el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.

Llevan un montón de décimos. Chus nos decía que utilizaría el dinero (de ganar algún premio) "para las instalaciones deportivas, que el pueblo se recupere y vuelva la alegría". 

Las pistas deportivas en Chiva estaban recién inauguradas y, con la DANA, todo quedó arrasado. "El problema está en que, cuando vino la DANA, se llevó las pistas por delante. Los chicos no tienen dónde poder entrenar y jugar. Gracias a que el ayuntamiento de Cheste nos cedió el polideportivo", relata.

"teníamos que cruzar el barranco para llevar a nuestros hijos a jugar"

Prosigue su discurso indicando que "es un absurdo. Hasta hace poco, teníamos que cruzar el barranco para llevar a nuestros hijos a jugar. Y es importante".

Amparo dice que su zona no ha estado afectada, aunque "siempre conoces a algún familiar. Algún amigo. A 10 minutos de tu casa, está peor que la guerra. Da mucha pena. Tengo un comercio, hay muchos clientes afectados. Pido para ellos. Que llegue el dinero a los sitios. Estos van a ser muchos años de recuperación".

La gente, explica, se ha animado a comprar la Lotería y Amparo pide encarecidamente que, a las personas que más lo necesitan, les toque algo.

Quijotes, duendes o décimos: los disfrazados más originales del salón de loterías

De paisano o caracterizados de los personajes más inverosímiles, como un Quijote con armadura de papel aluminio para atraer la suerte, cientos de personas han aguardado la oportunidad de entrar en la sala principal del Teatro Real de Madrid para asistir este domingo al Sorteo Extraordinario de Navidad, algunos desde hace semanas.

"Venimos 20 miembros de la comuna friki de la Ínsula Barataria", ha bromeado un grupo de amigos formado en parte por integrantes de la plantilla del Hospital Reina Sofía de Murcia, en la que es su novena asistencia a este evento.

Algunos han venido por primera vez, como Marta y Emma, que desde Barcelona han hecho doblete entre el sorteo y el musical de 'Aladdin', o también una familia de Palma. La madre, Loli, ha dormido tres noches a la intemperie para asegurarle a su hija Itziar, la más ilusionada de todos, la oportunidad de entrar y tocar la ilusión de cerca.

No han sido los únicos niños en la fila. Solo unos puestos más atrás, otra familia de Don Benito (Badajoz); los padres vuelven por cuarto año al Real, esta vez acompañados de sus pequeñas hijas Lola y Ángela, que se estrenan disfrazadas de décimo de lotería gracias a la habilidad de su abuela paterna. Si se hacen con el Gordo, tienen claro el destino del dinero: "¡Nos vamos a Disneyland París!".

"Lo importante no es que toque, que puede ser también, pero con estar aquí y pasarlo bien ya está", ha asegurado el cuarteto de amigos de A Coruña que, caracterizados con chubasqueros amarillos y redecillas, han llegado dispuestos a pescar algo. "Llevábamos queriendo venir unos añitos y este aprovechamos que caía en domingo", han explicado tras más de 24 horas en la fila.