Alquilan un piso para su Erasmus en Nápoles y al llegar se quedan de piedra con lo que encuentran: "Pagado"
Este grupo de alumnos españoles eligen Nápoles como su destino para irse de Erasmus y terminan pasando un calvario que jamás podrán olvidar
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Irse de Erasmus seguramente sea una de las mejores experiencias que una persona puede llegar a tener a lo largo de su vida. Cada año, miles y miles de estudiantes empiezan una carrera universitaria con el objetivo de irse uno de los años de Erasmus a cualquier parte del mundo, un viaje que puede durar más o menos, dependiendo del programa de Erasmus que tenga la universidad en la que estes. Estra palabra, hace unos años, era totalmente desconocida para los estudiantes, pero a día de hoy, es un incentivo muy potente para los alumnos que cursan un grado universitario.
Es la experiencia de tu vida. Irse a una ciudad totalmente desconocida, conocer a gente de todo el mundo, independizarte, aprender nuevos idiomas, nuevas culturas y crecer no solo profesionalmente, sino también personalmente. Son estos, algunos de los cientos de motivos por los que es sumamente bueno que un estudiante se vaya de Erasmus. Hay más motivos buenos que malos, pero a veces pueden llegar ciertas complicaciones que hagan que tu viaje se tercie.
Erasmus en Nápoles
Hay ocasiones en las que el estar solo en un lugar completamente desonocido, puede pasarte factura y pueden surgir miles de problemas con los que no estás acostumbrado a lidiar, pero que en innumerables ocasiones tienes que resolver tú solo. Por desgracia hoy no vamos a contar una historia bonita en la que un chico de erasmus se enamora de una chica de la ciudad en la que está o viceversa, sino que es más bien un fatídico infortunio que les ha pasado a unos estudiantes españoles en su Erasmus en Nápoles.
La historia comienza cuando un grupo de estudiantes llegan a la casa que habían alquilado en un barrio de Nápoles y lo que ven al llegar, digamos que no se corresponde con la realidad que ellos esperaban ver. Ser dieron cuenta de que no solo el edificio visto desde fuera parecía de otro nivel adquisitivo, sino que también se sorprendieron al ver que su casa era una mansión que no correspondía con sus expectativas y que según ellos, parecía ser de una persona importante. Todo parecía ir bien salvo por unas simples goteras y unas piedras que había en el piso. Hasta ahí todo correcto, el problema iba a llegar más adelante.
Un viaje de vuelta con sorpresa
Este grupo de alumnos decidieron, como es normal, volver a sus respectivas casas para pasar las navidades con sus familias. Durante las vacaciones, el casero de la casa les avisó de que iban a llevar a cabo una reforma para resolver los problemas de las goteras y de las supuestas piedras. Pero algo en esa reforma no fue como se esperaba que fuera.
Después de las vacaciones, el grupo volvió al piso y se encontrarón con una mala sorpresa. El piso estaba en ruinas. Nadie les había avisado de nada, ni su casero, ni la policía, ni nadie. Cuando llegaron, se encontraron toda su ropa y sus pertenencias en bolsas de basura e incluso algunas estaban tiradas por el suelo y habían sido robadas. Lógicamente, los chicos tuvieron que desalojar el piso que ya habían pagado porque no se podía vivir en el. Este grupo de estdiantes se encuentra a día de hoy en la calle y sin que nadie les de una solución para poder revertir la situación.