El chef José Andrés revela su truco para que los tomates naturales de temporada duren meses
Nada como poder tomarse un sofrito o un pisto en enero con los tomates del pasado mes de agosto
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Los tomates son una de esas frutas (porque sí, el tomate es una fruta), que podemos comprar en el supermercado o en cualquier frutería durante todo el año, aunque también sabemos que su temporada es el verano. Es entre los meses de julio y septiembre, especialmente agosto, cuando más cantidad y variedades hay, cuando más ricos están, y sobre todo, cuando más económico es su precio.
Pero con el fin del verano, también llega el fin de los tomates de temporada, y por ende, su pérdida de sabor y su subida de precio. Todos sabemos que no están igual de ricos, y por eso, ahora que todavía queda alguno de temporada, el chef José Andrés, que siempre sale a la luz por sus iniciativas solidarias con su ONG.
Esta vez su iniciativa también la podemos calificar de solidaria, y es que nos cuenta a todos cual es su manera de poder conservar los tomates de temporada incluso hasta el año que viene en óptimas condiciones, para que los podemos utilizar para cualquier tipo de guiso.
Necesitaremos poco más que un tarro de cristal y, por supuesto, los tomates
De echo, nada más lejos que además del tarro y los tomates, solo se necesitará aceite de oliva virgen extra y saber utilizar el viejo truco del baño maría.
El primer paso será, en estado natural, hacer un pequeño corte en la piel de cada tomate para posteriormente ponerlos en agua hirviendo durante unos 10 segundos para pasarlos inmediatamente a un baño de agua helada. Haciendo esto los tomates deberían poder pelarse fácilmente pero sin que pierdan su forma y sean demasiado blandos.
Una vez pelados los tomates, habrá que meterlos enteros en un tarro de vidrio de los de las conservas. El tarro se llenará hasta arriba para minimizar el aire que quede en el bote, y terminar de llenarlo con aceite de oliva virgen extra.
Una vez que los tarros están llenos procederemos a cerrarlos herméticamente, como si fuese una conserva comprada en el supermercado. Aquí será cuando emplearemos el truco del baño maría: Con los tarros ya cerrados, los meteremos enteros en una olla con agua hirviendo durante aproximadamente 20 minutos. Pasado este tiempo los dejaremos enfriar, preferiblemente boca abajo, para que salga el aire restante y que así quede al vacío. Además, para que se conserve de manera óptima, debemos mantenerlo alejado de la luz solar y en un ambiente seco.