Cómo se despiden los perros cuando van a morir: las señales que avisan de que tu mascota está ante sus últimos días

Manel Manzano, veterinario youtuber, explica los cuatro síntomas que pueden advertir a una persona de que su animal de compañía le está diciendo adiós

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Un perro springel spaniel descansando al sol

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En España el número de habitantes ha crecido en los últimos años hasta superar los 48,3 millones de personas, aunque la tasa de crecimiento no ha sido tan alta como la de mascotas: en nuestro país ya hay 10.474.251 animales de compañía registrados, un dato que multiplica por 6 el número de niños entre 0 y 4 años. Por eso, cada vez los españoles se vuelven más capaces de conocer el comportamientos de sus perros, hasta el punto de saber cuándo se encuentran tristes o, incluso, se encuentran en los últimos días de su vida.

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Un perro durmiendo bajo una manta

Según las cifras del informe Focus on Spanish Society, editado por Funcas, basándose en los números de Eurostat, se los más de 10 millones de mascotas, 9,2 son exclusivamente cánidos, siendo con diferencia el animal más habitual en las casas. Por eso, Manel Manzano, conocido en Youtube como 'Veterinario Gratis', ha publicado un vídeo en el que señala cuáles son las cuatro señales que pueden indicar que el perro está diciendo adiós y toca hacerse a la idea de que puede que vayan a morir

Comportamientos anormales del perro

Lo primero en lo que el veterinario asegura que hay que fijarse es en si el animal no quiere ya salir a la calle o lo rehúye. “Un perro al que no le gusta salir a la calle y no quiere relacionarse, es un animal al que algo le pasa, aunque no tiene por qué ser necesariamente que va a morir”, apunta Manzano que, insiste, los animales desean salir a pasear después de la comida: “lo que más quiere un perro es salir, lo necesita”.

La segunda clave que hay que tener en cuenta es si la mascota está teniendo lo que se conocen como “comportamientos anormales”. “No me refiero sólo a comportamientos en cuanto a su conducta, sino que son animales que se pasan un tiempo sin comer, de repente comen mucho; incontinencia urinaria, orinarse en zonas donde no solía hacerlo, como orinar en casa o en un cojín”, explica el youtuber, que cuenta con casi 2 millones de seguidores en la red social.

Los cuatro signos vitales

También apunta a la importancia de medir y encontrar signos vitales anormales o alternaciones. Esto es, por ejemplo, la temperatura. “Lo normal es que esté entre los 38 y los 39 grados, pero si tiene una temperatura muy por debajo o muy por encima, es anormal”. Otro signo que es clave es la frecuencia respiratoria, que de normal está entre las 10 y las 30 respiraciones por minuto. “Si veis que está muy incrementado o por debajo de 10 es que tiene un problema de respiración habitual”, aclara Manel Manzano en el vídeo.

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Perro descansando en el suelo

También menciona como importante la frecuencia cardíaca, que se mide, explica, con tres dedos para palpar en el pecho y, haciendo presión, poder notar el latido. Eso sí, matiza que las frecuencias cardíacas no son iguales en perros pequeños que grandes. “En pequeños el margen de latidos es de 90-140 latidos por minuto; en los de tamaño mediano 70-110 lpm y, los de razas de gran tamaño, es entre 60 y 90 lpm”.

El último detalle a fijarse es contar el tiempo de relleno capilar. Pero, ¿cómo se puede medir? “Con cuidado, con el dedo pulgar e índice, pellizcar la mucosa de la encía sin hacer fuerza y medir el tiempo que la mucosa tarda en recuperar su color normal”, explica el veterinario. Así, comenta que el color debería reestablecerse en 2 segundos y, si tarda más, estaríamos ante un problema.

Si no quiere comer ni beber, y tiene los otros síntomas, el perro puede estar en sus últimos días"

Manel Manzano

Veterinario youtuber

Por último, lanza Manzano una reflexión final, que es que si el perro no quiere comer ni beber, y si tiene los síntomas previos, se trata de una señal clara de que el perro puede estar indicando “que está llegando al final de su vida”, siempre y cuando ese 'parón' de comer no sea sólo de dos días, sino continuado en el tiempo.

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