Su gato recorre la distancia entre Málaga y Marsella para volver a casa y así se lo encuentran: ¿cómo lo ha hecho?

Con la llegada de las redes sociales cada vez se ven más vídeos de animales y mascotas realizando proezas increíbles: desde un gato que es capaz de usar el inodoro de un cuarto de baño a un loro que mantiene conversaciones o perros que reaccionan con sentimientos casi humanos. Y es la mayoría de los dueños de perros o gatos piensan que su mascota es la más lista del vecindario. Pero, lo que puede que no todas puedan contar es que su gato ha recorrió él sólo 1.500 kilómetros (lo que sería la distancia entre, por ejemplo Málaga y Marsella) para volver a casa con su familia.

Es lo que le ocurrió a Benny y Susanne Anguia, una pareja de la ciudad de Salinas, en el estado de California. Ambos se fueron de viaje a recorrer los parques nacionales de los estados vecinos en Estados Unidos cuando tuvieron la idea de llevarse a sus dos mascotas con ellos, tanto al pequeño Rayne Bea, un gato siamés de dos años, como a Starr.

A ambos los adoptaron cuando tenían 11 meses y, aseguran, mientras Starr era más extrovertido, Rayne se mostraba más tímido. Eso no quitó que el segundo terminara desarrollando un espíritu de aventura que en esas vacaciones acabaría jugándole una mala pasa... o un buen susto, al meno.

El largo viaje de un gato a casa

Benny y Susanne decidieron emprender un viaje desde su California natal para ir de campamento a los bosques del Parque Nacional de Yellowstone, muy popular en los últimos años entre los turistas nacionales de Estados Unidos. No obstante, al llegar al parque y arrancar la visita, el animal salió disparado corriendo y se perdió entre la frondosidad de los árboles y no volvió a vérsele.

Así, la pareja buscó durante cinco días sin éxito alguno, hasta que decidieron emprender la vuelta a casa descorazonados y dando al animal por perdido. Una historia que la pareja ha contado en diversos medios de comunicación estadounidense, donde explicaban el dolor que sintieron al ver a Starr, el compañero de Rayne, apoyado en la mosquitera de la ventana del vehículo, maullando durante todo el viaje de vuelta hasta Salinas. "Dejarlo era impensable", explicaba la señora Anguiano que, confiesa, sintió “que lo estaba abandonando".

Un regreso milagroso

No obstante, dos meses después pareció obrarse el milagro, porque encontraron a Rayne Beau dando vueltas por las calles de Roseville, también en el estado de California, pero a tan solo tres horas al norte de donde vive la pareja. Eso sí, el estado del animal era visiblemente diferente: el gato era el mismo, pero había perdido el 40% de su peso corporal, seguramente por la falta de alimento durante el camindo.

Pero, lo que muchos se preguntan es: ¿cómo pudo el animal, ya no recorrer 1.500 kilómetros él solo, sino también encontrar el camino de vuelta? La pareja baraja varias teorías, siendo una de ellas que otra persona le llevó hasta el estado de California en su vehículo y, antes de llegar, saltó por la ventana o lo dejaron por el camino. Pero, lo cierto, es que hasta para ellos seguirá siendo un misterio.