¿Por qué los niños tienen miedo a las agujas?

Son muchos los que pese a ser conscientes de la importancia de vacunarse frente a la covid sufren solo de pensar en el momento del pinchazo

Imagen de archivo

María Bandera

Publicado el - Actualizado

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Muchos niños se enfrentan desde este miércoles a uno de sus grandes miedos; las agujas. Con la campaña de vacunación contra la covid a niños ya en marcha, muchos de ellos sufren solo de pensar en el momento del pinchazo. No es un tema menor ni que se cierne solo sobre ellos. Se calcula que entre un 5% y un 10% de la población sufre esta fobia, conocida como tripanofobia.

En este sentido, un estudio de la Universidad de Michigan asegura que alrededor de un 16% de personas, un porcentaje nada desdeñable, no se pone la vacuna de la gripe por miedo precisamente por el miedo a las agujas.

El miedo a las agujas suele ir relacionado con otros dos temores, que son el miedo a las heridas y el miedo a la sangre

"El miedo a las agujas suele ir relacionado con otros dos temores como el miedo a las heridas o a la sangre", explica a COPE, Marta Galindo Fuentes, psicóloga de Clínica López Ibor. "Es común que por uno o varios de estos aspectos, sintamos algo de inquietud o ansiedad ante una inyección".

El problema vendría "si esa sensación de temor es muy intensa y nos afecta solo con el hecho de acudir al centro de salud o de ver al personal sanitario".

Aguja, imagen de recurso

¿DE DÓNDE VIENE ESTE MIEDO?

Los motivos pueden ser diversos, pero quizás el más frecuente guarde relación con "el proceso de aprendizaje". "Las personas más temerosas o que vivencian los acontecimientos negativos con más intensidad, pueden ser precisamente las que generen una experiencia emocional desagradable más fuerte", explica la psicóloga.

Durante la infancia es normal la presencia de miedos irracionales

Esto "puede suceder si hemos visto llorar a otro mientras le administraban la vacuna o por mensajes de otras personas que nos han transmitido su miedo".

Entre los 3 y los 6 años es cuando el miedo a las inyecciones y los médicos puede aparecer de forma más intensa

MIEDOS DE LA INFANCIA

En la infancia es normal la presencia de miedos irracionales, ya que "nos permiten un desarrollo evolutivo adecuado". Es entre los tres y los seis años cuando el miedo a las inyecciones y a los médicos "puede aparecer de manera más intensa".

Con el tiempo lo normal es que ese miedo se vaya "racionalizando hasta normalizarse en la edad adulta".

En este sentido, advierte Marta Galindo Fuentes "es muy importante el acompañamiento de los adultos en esta experiencia para validar los estados emocionales", siempre sin "magnificación o sobreprotección".

CÓMO DETECTAR UN PROBLEMA

El problema reside "cuando la experiencia de miedo es muy intensa e interfiere en nuestras actividades", es decir, "si nos impide realizar nuestras pruebas médicas, acudir a revisiones, incluso pasar cerca de un centro sanitario". En este caso hablarimos ya de una fobia.

Imagen de recurso

SÍNTOMAS

Esta fobia puede aparecer ante múltiples circunstancias "como al ver agujas en persona o en imágenes, al tener contacto con enfermeros o médicos, al visitar al dentista, estar cerca de un centro médico u hospital, el olor a antiséptico, etc". Cuando la persona se encuentra en alguna de estas situaciones, puede experimentar una serie de síntomas que irían desde la ansiedad ala confusión o los mareos:

.- Síntomas cognitivos y emocionales: pensamientos irracionales, angustia, ansiedad, miedo extremos, pensamientos catastrofistas, confusión, falta de concentración, etc.

.- Síntomas conductuales: intento de evitar el estímulo temido, no acudir a revisiones o si lo hace experimenta un elevado malestar.

.- Síntomas fisiológicos: dolor de cabeza, sensación de falta de aire, dolor estomacal, náuseas, mareo, etc.

Este malestar "va a hacer que evitemos enfrentarnos al estímulo que nos genera el miedo, liberando la ansiedad a corto plazo pero manteniéndola disparada en la próxima experiencia que tengamos que afrontar de nuevo", señala la experta.

Ante esta situación, concluye la experta "es importante no dejar de acudir a nuestras citas médicas aunque experimentemos cierta inquietud, ya que puede suceder que el miedo acabe yendo a más".

Y si el miedo es muy intenso y más incapacitante, lo mejor es pedir ayuda profesional, "ya que la terapia psicológica es muy eficaz para tratar las fobias".

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