¿Podemos aumentar y conservar la audición a través de la alimentación?
En demostrarlo han invertido tres años un grupo de investigadores del Brigham and Women's Hospital de Boston (Estados Unidos)
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una investigación que han publicado en el 'American Journal of Epidemiology' y que sostiene que comer una dieta saludable también tiene efectos beneficiosos sobre la audición e, incluso, puede reducir el riesgo de pérdida auditiva adquirida.
Para llevar a cabo el estudio han contado con la colaboración de 33.135 mujeres de diecinueve lugares diferentes de Estados Unidos y con una edad en torno a los 59 años, una edad más temprana de la que normalmente pensamos que debemos controlar nuestra capacidad auditiva. Durante tres años las más de treinta y tres mil féminas utilizaron diferentes patrones alimentarios: dieta para hipertensión, dieta mediterránea, alimentación saludable. También se utilizó la variable de frecuencia en la que se tomaban diferentes alimentos.
Los investigadores del Brigham and Women's Hospital de Boston utilizaron la información recopilada durante 22 años, desde 1991, por el Estudio de Conservación de la Audición del Nurses' Health Study II (CHEARS) y compararon cuánto se parecían las dietas a largo plazo de los participantes en la nueva investigación a algunos patrones dietéticos establecidos y actualmente recomendados, como la dieta DASH (baja en sodio), la dieta mediterránea o el Índice Saludable Alternativo 2010 (AHEI-2010).
Con todos estos datos intentaron comprender mejor la conexión entre la dieta y la pérdida auditiva al capturar los patrones dietéticos generales y medir objetivamente los cambios longitudinales en las sensibilidades auditivas. A lo largo de esos tres años, los audiólogos midieron los cambios en los umbrales de audición de tonos puros, el volumen más bajo que el participante puede detectar un tono en un oído determinado.
Dieta saludable, menor pérdida auditiva
Una mayor ingesta de nutrientes específicos y ciertos alimentos, como los carotenoides beta-caroteno y beta-criptoxantina (que se encuentra en la calabaza, zanahorias, naranjas, melón, pimientos rojos y otras frutas y verduras), folato (que se encuentra en las legumbres, las verduras de hoja verde, aguacate, guisantes...), los ácidos grasos omega-3 de cadena larga (que se encuentran en mariscos, pescados, nueces, en los huevos y la leche), están asociados con un menor riesgo de pérdida auditiva autoinformada.
Los investigadores descubrieron que las probabilidades de una disminución en las sensibilidades auditivas de frecuencia media eran casi un 30 por ciento más bajas entre aquellas mujeres cuyas dietas se parecían más a estos patrones dietéticos saludables, en comparación con las voluntarias que no seguían dietas tan saludables cuya audición empeoraba. En las frecuencias más altas, las probabilidades eran hasta un 25 por ciento más bajas.
La doctora Sharon Curhan, médica y epidemióloga en la División de Medicina de la Red de Brigham Channing y autora del estudio, explica como "la asociación entre la dieta y la disminución de la sensibilidad auditiva abarca frecuencias fundamentales para la comprensión del habla. Nos sorprendió que tantas mujeres demostraran disminución de la audición en un período de tiempo relativamente corto".
Advierte la doctora Curhan que, hasta ahora, era "una percepción común que la pérdida auditiva era una parte inevitable del proceso de envejecimiento. Sin embargo, nuestra investigación" señala la investigadora, "se centra en identificar factores de riesgo potencialmente modificables, es decir, cosas que podemos cambiar en nuestra dieta y estilo de vida para prevenir la pérdida auditiva o retrasar su progresión. Los beneficios de la adherencia a patrones dietéticos saludables se han asociado con numerosos resultados positivos para la salud y comer una dieta saludable también puede ayudar a reducir el riesgo de pérdida auditiva".
Por lo tanto, si mantenemos una dieta sana y equilibrada tendremos una mejor visión, menor riesgo de enfermedades cardíacas, no sufriremos de hipertensión, diabetes y evitaremos accidentes cerebrovasculares, así como un envejecimiento saludable.
Una dieta que incluya: aceite de oliva virgen extra, cereales, legumbres, verduras, frutas, frutos secos, pescado, lácteos bajos en grasa, poca sal y la ingesta moderada de alcohol, "puede ser útil para reducir el riesgo de pérdida de audición". No podemos pasar por alto que en Estados Unidos, 48 millones de personas sufren de pérdida auditiva. Hasta ahora no se relacionaba ese problema con la alimentación.