Lo que nadie te cuenta del bótox: esto es lo que le pasa a tu cerebro cuando lo utilizas
El uso del bótox no solo está asociado a la medicina estética, sino que también se emplea para tratar otros trastornos. No obstante, su uso puede afectar a nuestro cerebro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nos guste o no, las modas nos afectan a todos los niveles de la vida. Y así como las modas y las tendencias cambian, también los estándares de belleza. Si bien sabemos que la belleza está en los ojos de quien mira, muchas personas no terminan sintiéndose realizados con su físico y acaban recurriendo a cirugías estéticas para sentirse cómodos con cómo se ven y cómo se sienten.
El bótox es, de hecho, uno de los tratamientos elegidos por muchos usuarios a la hora de realizarse algún tipo de retoque. No obstante, su uso no solo está asociado a la medicina estética, sino que también se emplea para tratar y combatir algunos trastornos, desde espasmos musculares hasta dolores de cabeza, migrañas o incluso sudoración, entre otros tantos casos similares. Lo que no muchos saben, en este sentido, es que esta sustancia puede tener efectos secundarios sobre nuestro cerebro y, por lo tanto, también sobre nuestra salud mental.
Esto es lo que pasa a tu cerebro cuando utilizas bótox
Un estudio reciente de la Universidad de Irvine, en California, ha desvelado que el uso del bótox podría afectar a nuestro cerebro. Más concretamente podría hacerlo sobre el procesamiento de nuestras emociones. De esta forma, el uso de esta sustancia podría afectarnos a la hora de reconocer las expresiones de las personas que nos rodean.
De hecho, este estudio revela que ya no solo podemos encontrar la limitación a la hora de expresar emociones faciales debido a sus efectos, sino que también podría tener efectos adversos sobre nuestro cerebro. Y sí, tal y como lo estás leyendo, los investigadores recogen que el bótox puede dificultar la capacidad de reconocer e incluso interpretar las emociones de los demás. ¿Cómo es esto posible?
Pues bien, para llevar a cabo el estudio, los investigadores inyectaron una pequeña dosis de bótox a diez mujeres de entre 33 y 40 años, causándoles una pequeña parálisis temporal en el músculo encargado de fruncir el ceño.
Así, y mientras observaban diversas imágenes de rostros que transmitían distintas emociones, tanto antes como después de la inyección de la sustancia, descubrieron que los resultados eran distintos. Por ello, los investigadores encargados del estudio llegaron a la conclusión de que una persona, al ver limitadas sus gesticulaciones, podría notar ciertas dificultades a la hora de interpretar las gesticulaciones de los demás, y con ello, sería simular a poner un muro inquebrantable entre las emociones de los demás y nuestra interpretación de las mismas.
El bótox, la sustancia empleada para adelgazar que también puede provocar botulismo
Hace unos meses, la Unión Europea alertó de 67 casos de botulismo. Todas esas personas habían viajado a Turquía con el fin de someterse a una operación para adelgazar mediante la inyección de bótox en el intestino. Fue así como a mediados de marzo, el divulgador científico Jorge Alcalde explicó en 'La Linterna' qué era exactamente el botulismo y por qué se produjeron estos casos.
“Es una enfermedad que puede llegar a ser muy grave, incluso puede llegar a producir la muerte. Es una enfermedad producida por una toxina, la toxina botulínica, que a su vez está producida por una bacteria. Esta toxina utilizada de manera purificada en un laboratorio y en dosis muy chiquititas produce la parálisis de los músculos y se utiliza para la cirugía estética o la cosmética”, aseguró entonces el divulgador científico. No obstante, de utilizarse en dosis demasiado altas o sin el grado de pureza necesario, el bótox "puede producir enfermedades muy graves: parálisis muscular, neuronal o la muerte de los pacientes".
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