La 'tormenta perfecta' que ha llevado al campo español a tomar las calles

Suben los costes con el alza del salario mínimo interprofesional, bajan los precios y aumentan los aranceles. La situación ya es insostenible 

Susana Moneo

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Suben los costes, bajan los precios y aumentan los aranceles. Esta tormenta perfecta es la que ha hecho que el campo salga esta semana a la calle. El miércoles fueron los agricultores extremeños, este jueves los olivareros de Jaén y este viernes los apicultores. La gota que ha colmado el vaso es la subida del Salario Mínimo Interprofesional en España hasta los 950 euros. Aseguran desde las organizaciones agrarias que no pueden asumirlo. El coste real asciende a más de 1.300 €. Si el año pasado, el régimen especial agrario perdió 33.417 afiliados, este año no se sabe a cuánto llegará porque están en juego muchas medianas y pequeñas explotaciones.

SE PAGA MENOS DE LO QUE CUESTA PRODUCIR

Las rentas del campo han caido en el último año un 8,6%. Algunas veces se va a pérdidas; es decir, cuesta más el cultivo que por lo que se vende, pero luego se suele compensar con otras campañas. Algo que no está pasando en los dos últimos ejercicios. Los precios en origen han bajado presionados por la llegada de productos desde otros paises cuyos costes son hasta 14 veces inferiores. Esto ocurre con Marruecos. Lo permite la liberalización de los mercados, la eliminación de la preferencia comunitaria y la falta de regulación en defensa de nuestros productos. “El tomate de Marruecos -nos dicen desde COAG- entra a 46€ cuando a nosotros nos cuesta producirlo 57”.Las organizaciones agrarias también se refieren a “la cadena alimentaria controlada por la gran distribución”. Por ejemplo “las patatas tienen un diferencial del 70%, se paga a 15 céntimos y se está vendiendo en tienda a 1,20€. El diferencial de las naranjas y mandarinas es del 70%”.

ARANCELES DE ESTADOS UNIDOS 

En el capítulo costes, se han disparado los carburantes, los productos fitosanitarios y los impuestos. En sectores como el vino, el aceite o el queso, se suman los aranceles de la Administración Trump por las ayudas públicas al sector aeronáutico en Europa. "Pagamos los platos rotos de un conflicto que nos es ajeno”, señalan desde el sector.

El aumento del salario mínimo viene a agravar la situación. La mayoria de las explotaciones, incluso las más pequeñas, necesitan contratar personal aunque sea puntualmente. Calculan que esta subida del SMI representa un incremento del 42,9% en los costes laborales respecto a 2018. Este alza de los costes no se puede repercutir en los precios, por lo que la situación parece insostenible para el sector.

Temas relacionados