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El reto solidario de Abel Mansilla; subir y bajar 12 horas sin parar el edificio más alto de Sanlúcar
Con la idea de ayudar a los enfermos de cáncer, este viernes 21 el deportista desafiará "una prueba muy complicada"
Cádiz - Publicado el - Actualizado
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Abel Mansilla se ha propuesto recaudar 3.000 euros a través de una campaña en redes sociales que irán destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer. Por ahora se acerca a los 2.000 euros y espera que con el reto que va a llevar a cabo en Sanlúcar se acerque a esa cifra. El deportista va a estar doce horas sin parar subiendo y bajando el Hotel Guadalquivir, el edificio más alto de la localidad.
Todo con una preparación muy exhaustiva en la que Mansilla hace mucho hincapié en lo que se puede encontrar durante la prueba. «Ahora mismo estoy centrado en que la musculatura llegue lo mejor posible de cara al viernes de la semana que viene. Son muchas horas, doce, subiendo y bajando y hay que tener en cuenta lo puede sufrir el cuerpo», reconoce Mansilla. «El Hotel Guadalquivir es uno de los edificios mas altos de la ciudad y la idea es utilizar varias escaleras del hotel, una de ellas la exterior que me puede ayudar para tomar algo de aire», destaca.
«Hay que hacer entrenamientos de rutinas largas pero también de cortas porque no podemos acostumbrar a las piernas a muchos minutos de entrenamiento. El musculo se tiene que acostumbrar a momentos de alta intensidad pero también de intensidad moderada. Doce horas subiendo y bajando no puedes ir a tres o cuatro minutos el kilómetro. Tienes que acostumbrar también el cuerpo a ritmos más cómodos, no solo a momentos más duros».
Se puede pensar que a la hora de bajar es cuando el cuerpo puede descansar, al contrario. «Eso es una leyenda urbana. Las bajadas es cuando más sufren las articulaciones. Cuando bajas unos escalones o un camino hay más presión en las articulaciones y en las rodillas. En un camino o un trayecto siempre es más cómodo subir que bajar. Cuando bajas tienes que tener cuidado por la inercia de la zancada, mientras que al subir la controlas más. Subiendo hay menos peligro y menos impacto en la rodilla», explica.
Otro aspecto clave en el reto de Abel Mansilla es la preparación mental. «Estoy haciendo meditación porque son muchas horas y tienes que concentrarte mucho en lo que estás haciendo». Todo ello sin olvidar la hidratación. «Hay que hidratar el cuerpo desde tres semanas antes a la prueba para llegar totalmente hidratado. Además el hotel va a disponer de agua y geles en varias plantas. La ventaja que tengo es que la escalera de emergencia está fuera y permite coger aire. La idea es ir intercalando, corriendo y andando, e ir cambiando de escaleras subiendo por una y bajando por otra».