El cuento de Navidad de @cocinillasCCF y el regalo de su Nochebuena Solidaria
500 personas podrán olvidar por unas horas su tristeza gracias al esfuerzo de un grupo de cinco amigos gastrósofos y la solidaridad de cientos de cordobeses
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Esto es un cuento de Navidad.
Dificultades extraordinarias exigen respuestas justas y desinteresadas. 2020 ha potenciado sensaciones que parecían olvidadas para el ser humano. Nos hemos visto pequeños, recluidos y desvalidos. Algunos, incluso, solos.
Llegan las Navidades y todos tratamos de exprimir nuestra memoria para encontrar un recuerdo amable. Uno por el que brindar, comer y disfrutar. Aunque sea por una noche. Pero hay quien ya no tiene dinero ni para celebrar ese día en el que todo el mundo debe parecer feliz. No pueden ni engañar a su realidad.
Hace unos meses un grupo de amigos se unió en mitad del confinamiento estricto para compartir en redes sociales los platos que cocinaban o aspiraban a ingerir cuando les devolvieran la libertad. Al grupo que cuajó esa afición común le pusieron de primer nombre Cocinillas -por motivos obvios- y de apellido CCF por su común pasión por el Córdoba C.F.
Llegando la Navidad se les ocurrió pensar en otros. En gente que no tiene para comer diariamente con o sin lujos. Que no puede hacer esas fotos que ellos -y sus seguidores- compartían en redes. Así que se lanzaron a publicar un Calendario Solidario en el que uno de los componentes, el dibujante Pepe Farruco, retrató a los componentes de la plantilla y cuerpo técnico del Córdoba. El precio de este objeto de culto -apenas 3 euros- y que todos los ingresos recaudados fueran a parar al Banco de Alimentos provocaron una demanda tal que Unieléctrica -empresa esponsorizada de la idea- tuvo que destinar más esfuerzos para imprimir más y más.
Sin embargo -como decía Kant- solo el motivo del deber confiere valor moral a una acción. La capacidad de sacrificio demostrada por los Cocinillas con el Calendario Solidario les animó a hacer una más gorda. A Paco López Cordón, Farruqo, Maiker Naih, Edu Sánchez y Javier Jiménez se les ocurrió invitar a cenar a 500 personas por Nochebuena. Mitigar su sufrimiento por unas horas devolviéndole la dignidad que la pobreza pretende arrebatar al ser humano.
Esta vez buscaron más cómplices en los Servicios Sociales del Ayuntamiento -les atendió Eva Timoteo-, en el Córdoba C.F y Asfaco -encarnados en la misma figura de Jesús Coca- y en el Córdoba Patrimonio de la Humanidad -con el respaldo de José García Román-. Muchas otras empresas se sumaron sin dudar: Mercacórdoba, Pastelerías Roldán, Aceites Torres Patiño, Finca Bular Alto, La Carloteña o Destilerías Duende de Rute.
Pusieron un precio simbólico de 5 euros a cada cena para esos 500 confiando en la solidaridad de los cordobeses. No les fallaron a través de la cuenta corriente, el bizum o la propia tienda oficial del Córdoba C.F. El resultado es que este jueves habrían podido dar de comer a muchos más estómagos necesitados, pero la infraestructura no da para tanto y todo el remanente de lo recaudado irá destinado íntegramente al Banco de Alimentos.
El tiempo apremiaba este miércoles. En un centro facilitado por Hostecor -que también colabora en la iniciativa- los Cocinillas y otros voluntarios se afanaban -el video que ilustra este información lo grabó otro twittero cordobesista célebre: Pedro Navarro- para ayudar a que el plan de la chef Celia Jiménez saliera a la perfección. Los 500 seleccionados por la Red Cohabita -en situación de extrema vulnerabilidad- podrán disfrutar de una ensalada cocktail mezcla de hojas tiernas, marisco cocido y piña; una ternera estofada con mixto de setas y verduritas salteadas y un relleno de ave con salsa a la pimienta, arroz aromático y manzana. De postre, fruta de temporada y dulces de Rute.
Este jueves se cerrará el ciclo con la entrega y reparto siguiendo rigurosas medidas anti-Covid. La única forma de existencia es el momento presente, dice Schopenhauer, y hoy es Nochebuena para 500 seres humanos más gracias a la ilusión inagotable de otros cinco.
Ojalá todos los presentes nos regalaran cuentos como el de hoy. Ojalá todas las noches fueran buenas para todos.
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