Cajasur refuerza su apoyo a la Escuela Deportiva de Balonmano

Las Fundaciones de Cajasur han renovado su apoyo de colaboración anual con la Escuela Deportiva de Balonmano según se desprende el acuerdo firmado entre el director de la Fundación Cajasur, Leopoldo Izquierdo, y el presidente del club, Miguel Pardo. El objetivo principal del proyecto es ayudar a los niños en su crecimiento integral como personas con la práctica y competición de esta modalidad deportiva.

La Escuela Deportiva Balonmano Cajasur viene cosechando notables éxitos deportivos tanto en la modalidad masculina como femenina en la últimas temporadas y cuenta con la participación de 650 menoress de todos los barrios de Córdoba, de variada condición social y económica, con vocación de integración, y que disfrutan diariamente de una red de escuelas de balonmano por los colegios de los diferentes distritos de nuestra ciudad.

El director de la Fundación Cajasur ha señalado durante la firma que ”la práctica deportiva tiene la facultad de ayudar a desarrollar destrezas físicas, hacer ejercicio, socializar, aprender a jugar formando parte de un equipo; en definitiva ayuda a nuestros niños y niñas en su desarrollo físico mejorando y fortaleciendo su capacidad física y mental”.

LA IMPORTANCIA DEL DEPORTE

La práctica del deporte en la infancia y adolescencia no solo es una actividad recreativa, sino que también desempeña un papel fundamental en el desarrollo integral de los menores. Desde el punto de vista físico, emocional y social, el deporte ofrece una serie de beneficios que contribuyen al crecimiento y bienestar de los niños y adolescentes.

En primer lugar, el deporte fomenta un estilo de vida saludable desde una edad temprana. Participar en actividades físicas regularmente ayuda a prevenir la obesidad infantil y promueve hábitos alimenticios saludables. Además, fortalece el sistema cardiovascular, mejora la coordinación motriz y contribuye al desarrollo de huesos y músculos en crecimiento.

Estos beneficios físicos no solo son importantes para la salud a corto plazo, sino que también sientan las bases para un estilo de vida activo y saludable en el futuro. Además del aspecto físico, la práctica deportiva también tiene un impacto positivo en el desarrollo emocional de los menores. El deporte promueve valores como el trabajo en equipo, la disciplina, la perseverancia y la autoconfianza.

AFRONTAR SITUACIONES ADVERSAS

A través de la competición y la superación de desafíos, los niños aprenden a manejar la presión y a enfrentarse a situaciones adversas de manera constructiva. Estas habilidades son fundamentales para el desarrollo de una buena salud mental y para afrontar los desafíos que puedan surgir a lo largo de la vida. Además, el deporte brinda la oportunidad de establecer relaciones sociales positivas.

Al formar parte de un equipo o club deportivo, los niños y adolescentes desarrollan amistades duraderas y aprenden a trabajar en colaboración con otros. Esto promueve un sentido de pertenencia y solidaridad, y les enseña a respetar las diferencias individuales. Además, el deporte es una excelente manera de integrar a los menores en la sociedad y de fomentar la inclusión de personas de diferentes orígenes y habilidades. Otro aspecto importante es el desarrollo de habilidades cognitivas.

La práctica deportiva implica la toma de decisiones rápidas, la planificación estratégica y la capacidad de concentración. Estas habilidades cognitivas son transferibles a otros aspectos de la vida, como el rendimiento académico y profesional. De hecho, numerosos estudios han demostrado que los niños que practican deporte regularmente tienden a tener un mejor desempeño académico y una mayor capacidad para resolver problemas.

Y es que desde el punto de vista físico, emocional, social y cognitivo, el deporte ofrece una serie de beneficios que contribuyen a su bienestar y felicidad a lo largo de la vida. Por lo tanto, es importante promover y apoyar la participación de los niños y adolescentes en actividades deportivas, tanto dentro como fuera del entorno escolar.