¿Cómo actuar con los niños ante esta Navidad?
Esta Navidad aunque se permitan reuniones de seis o diez personas, debemos ser conscientes que lo mejor es no salir de nuestro grupo burbuja por el bien de todos.
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Se acerca una nueva Navidad en plena crisis sanitaria, y sin haber salido de una segunda ola, ya estamos hablando de lo que podría ser la tercera si bajamos la guardia en las próximas fechas. Decir no a una reunión familiar nos va a costar, pero debemos pensar que lo importante es poder reunirnos más adelante, cuando se pueda, porque sería muy doloroso, bajar la guardia y provocar una pérdica entre los más cercanos.
La Navidad será distinta, y eso debemos hacernos la idea lo antes posible, como nos avisa el profesor José Carlos Aranda, quien asegura que "cómo pasemos las Navidades va a depender de cada situación familiar, de si ha habido o no pérdidas, de si pueden o no reunirse según su situación geográfica y de que existan o no cierres que impidan desplazamientos, también del estado de salud en cada familia".
En cualquier caso, no habrá macrofiestas externas o internas. Este año no deben darse grandes reuniones, ¿pero cómo evitarlas? Y si hemos perdido a un ser querido por una u otra causa, tenemos que procurar no exteriorizar la pena hacia los más pequeños de la casa, porque ellos deben recordar esta Navidad como lo que siempre han sido. Es lo que llevamos diciendo desde el mes de marzo, porque nuestra negatividad y preocupación les puede afectar a ellos de por vida.
Aranda explica que "no podemos controlar las emociones, son instintivas, basta un estímulo para que inconscientemente nos asalten y traten de adueñarse de nuestro estado de ánimo. Una fotografía, un reencuentro, una llamada o un mensaje pueden ser detonadores de estados de ánimo como la frustración, la nostalgia o la ira sin ir más lejos. Pero conviene recordar que sí podemos gestionar las emociones para impedir que lo negativo se instale en nuestro estado de ánimo. Sabemos que si nos concentramos en tareas prácticas o intelectuales, acallamos esas impresiones emocionales relegándolas para que no actúen permanentemente sobre nosotros. Sabemos que cuando dibujamos una sonrisa en la cara, atraemos el optimismo a nuestro cerebro. Procura sonreír todo lo que puedas".
Ya sabemos cómo funcionan las neuronas espejo, y " los niños imitarán nuestro gesto y se contagiaran de esa alegría, real o ficticia, porque el cerebro no distingue". Hagámosles ver que aquello que hagamos no es fruto de una “obligación” que nos frustra, que nos enfada, sino como una opción personal.
"No nos quedamos en casa porque nos lo ordenen, sino porque así es mejor, cuidamos de los demás. No dejamos de ver a la abuela porque nos lo prohíban, sino porque es lo mejor para su salud y hemos de cuidarla", expresa Aranda. "Porque así, los abrazos serán más tiernos en el reencuentro. De esta forma lograremos dos objetivos, que mantengan su alegría y que sientan también el peso de la responsabilidad, una responsabilidad generosa que pasa por cuidar de los demás".
Y como comentábamos antes, si en nuestra familia hemos perdido un ser querido, "es importante no recrearnos en el dolor del recuerdo. Estará ahí, sin duda, pero las neuronas espejo funcionan también en estos casos. Si nosotros como adultos caemos en la depresión, la angustia o la desesperación serán estas emociones las que transmitamos a nuestros hijos. Oblígate a sonreír y no saques el tema".
Tal vez no lo saques tú, pero es probable que salga a la palestra, en ese caso, trátalo con naturalidad. "Es verdad que ya no está, que nos duele su ausencia, pero ella o él vivieron por y para nosotros, nos están viendo desde el cielo, y ¿cómo quieres que nos vean, tristes o alegres?"
Se permitan reuniones con un máximo de cuatro, cinco o seis, lo importante es evitarlas, porque hemos pasado mucho durante todo este tiempo, para que bajemos la guardia y provocar más muertes. Y nunca olvides, como dice el profesor Aranda: "Nosotros somos el espejo en el que se miran así que piensa qué imagen es la que quieres ofrecer a tus hijos!.