Daniele, el heladero italiano que cada año endulza a los pacientes pediátricos de Córdoba
Hace siete años Daniel y su esposa Magdalena, tuvieron que pasar con su hijo por Pediatría del Hospital Reina Sofía | Desde aquel momento sentían que tenían que hacer algo
Córdoba - Publicado el
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En estos meses de tanta calor a todos nos apetece alimentos ricos y sobre todo fresquitos. Entre ellos se encuentran los helados, que hacen las delicias de grandes y pequeños. Y mucho más si esos pequeños se encuentran hospitalizados en el Área de Pediatría del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Por este motivo, Daniel Scolari, un heladero italiano afincado en Córdoba, coge su carrito y se pasea por alguno de los pasillos del complejo hospitalario, con su carrito de helados.
Hace unos ocho años, el hijo de Daniel, estuvo hospitalizado en Pediatría. Sus padres vivieron en primera persona cuántas familias se encontraban en su misma situación, y algunas de ellas con procesos hospitalarios que se alargan en el tiempo. Una vez su hijo recibió el alta hospitalaria, estuvieron pensando qué podía hacer por los niños que se encontraban hospitalizados. Fue entonces cuando decidieron hacer una visita en verano junto a su carrito de helados, donde por unas horas los más pequeños olvidan donde se encuentran.
Ana Calvo, responsable del Área de Actividades Motivacionales del Hospital Reina Sofía, ha explicado que "nos pareció una fantástica idea después de conocer que estos helados que prepara Daniel son totalmente artesanos, y utiliza fruta de temporada. Los pequeños cuando escuchan la bocina de nuestro heladero no dan crédito. Se asoman al pasillo y cuando ven que hay un carrito de helados ni se lo piensan. Por un momento se olvidan dónde se encuentran y por lo que están pasando".
Daniel y su esposa, Magdalena, tienen su heladería en Ronda de Isasa, entre el Puente de Miraflores y el Puente Romano, en plena Rivera. Desde su heladería llamada Buonissimo, aseguran que "es emocionante ver a los pequeños acercándose a por su helado. Me quedo con la cara de felicidad y con algún que otro abrazo que recibo a modo de agradecimiento. Este año un pequeño se agarró a mí para darme las gracias y fue muy emotivo y también enriquecedor". Este año han ofrecido helados de kínder, limón, sandía, chocolate, vainilla y oreo.
La Unidad de Tratamiento Ambulatorio (UTA), Oncohematología y la segunda planta han sido algunas de las estancias más concurridas que no han querido perderse este momento donde Daniel y su carrito ocupan los pasillos del hospital. No solo disfrutan los pacientes, también sus familias que pueden endulzar un momento agrio de su vida.