Qué necesidades y preocupaciones tienen los andaluces y qué le piden a sus políticos

Los andaluces, como cualquier otro ciudadano español, piden a sus gobernantes eficiencia. Se resida donde se resida los votantes quieren que se tomen en serio sus votos, se cumplan las promesas electorales y los compromisos adquiridos; no sólo en campaña; si no a lo largo de cada legislatura.

En Andalucía, uno de los asuntos que más preocupa, no se trata de un tema ideológico o partidista, son las altas tasas de desempleo que sufren no pocas localidades de la región. Es verdad que en los últimos años el desempleo ha descendido pero los primeros puestos los pueblos con más paro de España son casi todos andaluces. Son datos del Instituto nacional de Estadística que ponen sobre la mesa una realidad social y económica a la que, más allá de los mensajes propagandísticos y electorales en los que las fuerzas políticas culpan a los demás de esos malos datos, los ciudadanos quieren que se les ponga remedio y se supere la estéril discusión del “y tú más”.

Linares lidera el ránking nacional de tasa de paro y Sanlúcar de Barrameda el de menor renta

Andalucía concentra ocho de los diez municipios de España con mayor tasa de paro y los cinco con menor renta, según los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) la clasificación de los diez municipios con mayor tasa de paro estimada en 2021, ocho son andaluces. Lidera la tabla Linares (30,9%), seguido de La Línea de la Concepción (30,3%), Alcalá de Guadaíra (26,9%), Jerez de la Frontera (26,00%). Tras el canario Santa Lucía de Tirajana (26,01%), aparecen de nuevo localidades andaluzas: Granada (25,8%), Dos Hermanas (25,1%), Córdoba (25%), Algeciras (24,9%), para cerrar la lista de diez municipios el también canario Arrecife (24,84%).

En los diez puestos siguientes también aparecen otros municipios andaluces, como Sanlúcar de Barrameda (24,8%), Chiclana de la Frontera, también en Cádiz (24,5%), Torremolinos, en Málaga (24,3%), o San Fernando, en Cádiz (23,67%).

De la misma manera la creación de riqueza y la generación de empleo es más acusada en algunas provincias que en otras lo que está provocando el nacimiento de “una Andalucía a varias velocidades”. Por un lado están los pujantes focos económicos de Sevilla o Málaga que contrastan con el problema de despoblación y de atonía inversora que se vive en las comarcas interiores de Granada, Jaén, Córdoba o Huelva. Diferencias que se están viendo más acusadas por la ausencia de inversiones en los territorios más deprimidos que ahondan en su dificultad para crecer con la misma rapidez que otras comarcas.

Ese crecimiento asimétrico ha impulsado que en Jaén y Huelva aparezcan partidos políticos de la llamada “España vaciada”. Quieren encauzar el descontento de los ciudadanos ante el “ninguneo” durante décadas de las administraciones en favor de otras zonas

AGUA Y AGRICULTURA

Otra de las grandes inquietudes que los andaluces manifiestan tener sobre es la gestión del agua y de los recursos medioambientales. La sequía es recurrente en la cuenca del Guadalquivir en la que, en lo que llevamos de año hidrológico, ha llovido un 26% menos de lo habitual. La imagen de los embalses y pantanos sedientos es habitual y esta escasez de agua repercute en los recortes en las aguas destinadas al regadío.

Andalucía es una gran potencia agroalimentaria pero necesita agua suficiente para seguir manteniendo esa fortaleza. Según EXTENDA (Empresa Pública Andaluza de Promoción Exterior

: “Las exportaciones agroalimentarias de Andalucía en 2021 alcanzaron los 12.385 millones de euros, su mejor registro histórico para un año completo desde que existen datos homologables (1995), gracias a un crecimiento interanual del 10%. Así, el agroalimentario se mantiene como un claro sector estratégico, que en el completo de 2021 ha aportado 7.257 millones de euros de saldo positivo con el exterior a la economía andaluza.

Este importante incremento responde al impulso del tejido empresarial de la agroindustria andaluza, que se fortalece creciendo no sólo en sus ventas, sino también con un fuerte aumento de las exportadoras, del 17,5% interanual, hasta alcanzar las 4.380, según registran los datos de Extenda-Andalucía Exportación e Inversión Extranjera.

Con todo ello, Andalucía es responsable de un euro de cada cinco que exporta España en alimentación y bebidas, el 21,1% del total nacional (58.656 millones), compartiendo liderazgo con Cataluña (21,9%), y 7,8 puntos por delante de la tercera, la Comunidad Valenciana (13,3% del total)”

Así las cosas los agricultores demandan la aprobación de un plan hidrológico adecuado para hacer frente a las futuras necesidades del sector. De la misma manera la falta de agua y de precipitaciones ha puesto en primer plano el grave riesgo de incendio que sufre la región en su masa boscosa, uno de sus grandes patrimonios naturales. Incendios como los que asolaron Sierra Bermeja en Málaga, Quesada en el parque natural de Cazorla, Segura y las Villas y los pinares de El Coto de Doñana.

Por otra parte el sector primario también una aplicación adecuada de la nueva Política Agraria Comunitaria, la PAC; que impida que haya trasvase de fondos hacia otras comunidades andaluzas. Un proceso todavía en marcha y que ha generado un duro enfrentamiento entre organizaciones agrarias y el ministro de Agricultura, Luís Planas

SALUD PÚBLICA

Tampoco podemos que olvidar que uno de los mantras que esta usando el PSOE en la precampaña y campaña electoral está siendo el del “grave deterioro de la Sanidad en Andalucía” y el “despido de 8.000 profesionales del Servicio Andaluz de Salud” tras la superación de lo más virulento de la pandemia de COVID-19. A lo que el PP siempre ha respondido que el SAS ha sido capaz de responder a retos como el del coronavirus y está en una situación “mucho mejor que cuando gobernaban los socialistas”

Más allá de esta discusión entre partidos está claro que la Sanidad Pública tiene que hace frente a una serie de retos a los que la pandemia ha puesto en primer plano y que además ha evidenciado las necesidades de un sector público que tiene una serie de carencias y debilidades que tiene que afrontar si quiere seguir siendo uno de los pilares del Estado del Bienestar

La Atención Primaria se ha visto tensionada hasta extremos insospechados y la falta de médicos, enfermeras y otros profesionales está más allá de toda discusión. La demora en las citas presenciales y telefónicas, la falta de profesionales que se sientan atraídos por los salarios y oportunidades que el SAS les ofrece, son, entre otras carencia a las que hay que ir dando solución. Por no hablar de las listas de espera quirúrgicas y el, tan demandado, aumento del presupuesto destinado al gasto sanitario.

Por último, añadir que el sector de la Cultura, el Turismo, Entretenimiento o el Ocio también demanda una mayor atención al nuevo gobierno que salga d ellas urnas el 19 de Junio. Es uno de los que más ha sufrido los dos largos años de pandemia. Quieran hacer oír, por encimo del ruido de mítines, debates y actos públicos, que son fundamentales para la economía andaluza y que sus problemas son los problemas de los ciudadanos. Son sectores que crean riqueza, crean empleo y ya se sabe que la mejor manera de detener el proceso de “vaciado” de las comarcas rurales, el éxodo de los trabajadores cualificados a otras comunidades autónomas en busca de mejores sueldos y condiciones laborales, es crear riqueza en los territorios.

Estas son algunas de las preocupaciones, dudas y preguntas que los andaluces quieren que les respondan, tras la noche del 19-J aquellos que formen gobierno.