Granada a los pies de sus titulares en un Miércoles Santo inolvidable

Federico García Lorca definió la Semana Santa de Granada, como un lugar para el melancólico y el contemplativo, durante aquel memorable Pregón dedicado a esta manifestación de religiosidad popular. La intimidad de los templos y las capillas es un lugar excepcional para mostrar en el recogimiento, la expresión de la piedad más sincera. Este Miércoles Santo se puso de manifiesto.

Consuelo

En el Valle del Valparaíso, no cesaba la veneración espontánea al Cristo del Consuelo, que finalmente se situó en la nave central del templo de la Abadía del Sacromonte. Entre rezos y oraciones, las miradas de los files se detenían ante el crucificado de cuatro clavos de Risueño, en medio del singular espíritu que inspira este singular paraje.

Nazareno

Un cuarteto de cuerda acompañaba el rezo del Vía Crucis de los hermanos de Nazareno, mientras miles de personas pasaban a los pies de su altar, en el que lo acompañaba la Merced y San Juan Evangelista. Los músicos de la Sinfónica de Ogíjares, quisieron dejar su ofrenda en modo de bandera recogida, como testimonio de tantos años acompañando al palio de la cofradía.

Penas

Es difícil recordar altares de cultos tan bellos como los que la Hermandad de Paciencia y Penas instaló para el Señor y la Virgen, no faltando durante toda la jornada la escolta de la luz que aportaron los ciriales sostenidos por jóvenes acólitos. El templo imperial de San Matías era un hervidero de las más variadas emociones. Allí la anciana se detenía en un banco para contemplar la dulce mirada del Jesús y al lado unas adolescentes en cuidado recogimiento, manifestaban que las cofradías tienen quien tomen el testigo de su llama de fe.

Estudiantes

En la Parroquia de San Justo y Pastor, Los Estudiantes hacían sonar grupos de cámara para envolver las escenas que se vivieron en el interior de la iglesia, en el ambiente propicio que requiere el pueblo cristiano de Granada. La banda de la cofradía, que toma su nombre de la titular mariana, la Virgen de los Remedios, alternaba con un grupo de intérpretes de la agrupación de metales del Dulce Nombre. Mientras sonaba el Ave María de Caccini, un ambiente por momentos místico, hacía vibrar la emoción de muchos corazones. Como colofón a estos actos, la hermandad proyectó un documental con los últimos años de su trayectoria vital, aquellos que llevan desde 2005, año de trascendencia en la corporación penitente, al presente, bajo el título de Dios proveerá.

Rosario

Mientras, en Santo Domingo, con el orden propio de los tiempos que vivimos, los fieles aguardaban el tiempo preciso para ver a Jesús en su tercera caída, mientras María nos llamaban al rezo del Santo Rosario, origen de la hermandad creada en 1492, que contó con la Reina Isabel y el Rey Fernando como sus primeros cofrades, uno de cuyos frutos más fructíferos es esta hermanda penitencia. Entre los comentarios de la jornada, los que apuntan a la refundación de una banda de CC y TT que acompañen a su misterio cada Jueves Santo.

Silencio

Y aunque el Cristo de Mora no pudo vivir el tradicional traslado de cada Miércoles Santo hasta la Parroquia de San Pedro y San Pablo, a donde es llevado para realizar el Jueves Santo su estación de penitencia, su cofradía lo veneró en esta jornada, junto al altar mayor de la Parroquia de San José. Granada a sus pies, lo esperada en cada plegaria.