FESTIVAL 2021
Música incidental de Mendelssohn y Schoenberg con proyecciones de Sánchez Montes para inaugurar el 70 Festival
El ciclo de música y danza se prolongará hasta el próximo 18 de julio
Granada - Publicado el - Actualizado
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Foto: Festival de Granada-Fermín Rodríguez
El Palacio de Carlos V se convirtió en un bosque virtual, donde la música incidental fue la protagonista del primer concierto del Festival de Granada. En 2021 se ha dado como nombre a este ciclo, El sueño de una noche de verano, y por eso se ha elegido la célebre partitura que Felix Mendelssohn escribiera con destino a esta obra teatral de Shakespeare, para formar parte del programa inaugural de la serie de espectáculos que se sucederán durante más de un mes. La propuesta tenía como originalidad el encargo a José Sánchez Montes de una creación visual que se proyectó en las paredes de los dos pisos del patio imperial, tanto durante la interpretación de esta composición, como en la que se ejecutó en la primera parte.
Comenzó el concierto con Noche Transfigurada de Arnold Shoenberg, una composición en la que su autor todavía no había traspasado los umbrales de la tonalidad. Primero se escribió para sexteto (1899) y después se adaptó para orquesta de cuerdas, que ha sido la versión que se ha escuchado en el Festival de Granada. Se trata de una de las partituras del austriaco que puede ser escuchada por el gran público sin temor. Por momentos, recuerda el sonido de una banda sonora e incluso tiene dosis de una belleza que se capta con facilidad. Las proyecciones de Sánchez Montes, se adecuaban al lenguaje de esta música, que más insinúa que describe una historia de amor que sucede durante el paseo por un bosque. Acertada la inclusión entre las proyecciones de la traducción del poema de Richard Dehmel que inspira esta partitura. La Orquesta Ciudad de Granada, que fue la encargada de la interpretación, puso su mejor intención para enfrentarse a una obra de grandes exigencias. Los músicos actuaron en pie. La batuta de Paul Macreesh, invitado para la ocasión, trató de buscar lo mejor que podía ofrecer esta formación.
El sueño de una noche de verano
En la segunda parte, la belleza de la música de El sueño de una noche de verano de Mendelssohn dispuso el material preciso para hacer agradable la velada. La orquesta mejoró su interpretación y destacó su extraordinario coro que continúa dirigiendo con acierto Héctor Eliel. También estuvieron a un nivel adecuado las sopranos Nuria Rial y María José Moreno. Las proyecciones, que utilizaron como principal argumento una antigua película de cine mudo dedicada a la misma comedia que la música, utilizaron un lenguaje que se prestaba más al lucimiento, con momentos especialmente brillantes como cuando la magia de la luz, convirtió en estriadas las columnas de las dos galerías del patio del palacio renacentista.
En suma, una idea afortunada que se desarrolló en una fresca noche de verano que quiso evocar la célebre obra teatral de Shakespeare. que en esta 70 edición ha prestado su título al festival granadino.