EMPRESAS
"Que los sentimientos no nos impidan vender nuestra vivienda"
En COMPRAR CASA ROSALES nos explican como gestionar la venta al margen de las emociones
Motril - Publicado el - Actualizado
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¿LAS EMOCIONES TE IMPIDEN VENDER TU CASA? Así nos plantea Daniel Rosales, agente inmobiliario colegiado, un asunto más habitual de lo que parece. Nos explica cómo afrontar esta situación para tener una venta exitosa.
¿Quiere poner su casa a la venta pero se resiste a abandonarla?
¿La razón le dice que necesita cambiarse de casa pero se resiste a aceptar el precio del mercado actual? Esta es una situación que se repite muchas veces en nuestra Agencia Comprarcasa …………
Una persona ha decidido vender su vivienda, dice que lo tiene decidido pero ¿es cierto? NO, en muchos casos. Conversando con el propietario descubres que hay tantas emociones en lo que le supone vender, que él mismo de forma inconsciente está poniendo impedimentos para que esto se produzca. ¿Qué excusas ponen?
Excusas como:
• “En realidad es mi familia quien quiere que nos cambiemos, yo estoy muy a gusto donde estoy”
• “Pero que barbaridad, para venderlo en ese precio me quedo donde estoy”
• “Mi casa lo tiene todo, y si me cambio tiene que ser mucho mejor y más barato de lo que yo vendo” (es decir yo vendo caro pero compro barato)
El filósofo Platón opinaba que la conducta humana se asemejaba a un carro tirado por dos caballos: Razón y Emoción, ambos son importantes pero ninguna ha de primar sobre el otro.
A este tipo de cliente Comprarcasa Rosales le ofrece la solución más lógica y si aun así decide no trabajar con nosotros:
- aunque le parece razonable lo que le exponemos,
-le guste el servicio que le damos
- y reconozca que obtendremos resultados
¿Porqué, aun asi, no trabaja con vosotros?
Sencillamente porque no estamos contándole lo que quiere escuchar, le estamos exponiendo una realidad y esa realidad no le gusta, pero hay que ser honesto y a pesar de saber que finalmente no nos elegirá a nosotros es preferible perder momentáneamente un cliente, que no contarle la verdad o prestarle un servicio que no se traducirá en resultados.
Y digo momentáneamente, porque muchos de ellos después de meses y meses con el cartel colgado del balcón, que ven como pasados los primeros días ya no les llama nadie y nadie se interesa en visitar su vivienda, con el consiguiente desgaste del propietario y del inmueble vuelven al menos ya con la intención de escucharnos, retomamos entonces la tarea y empezamos de cero, pero en ese receso casi siempre se ha perdido “un tiempo precioso”, a veces incluso se ha podido obtener menos precio del que se habría obtenido si se hubiera empezado antes.