AGRICULTURA
¿Cómo se cultivan las fresas?
Esta fruta requiere unas condiciones de temperaturas, tierras e hidratación que la provincia de Huelva reúne para cultivar una fresa de óptima calidad que llega a todo el mundo.
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En esta época del año en la que estamos podemos degustar esta fruta cuya campaña comienza meses atrás. En Fresón de Palos, dicha campaña arranca con la obtención de la planta en sus propios viveros. Dicha planta necesita estar expuesta, de forma regular, a bajas temperaturas para que, a posteriori, pueda aportar un fruto de calidad.
Este primer proceso necesita unos viveros extensos, preferiblemente en zonas altas que supongan una garantía para el proceso que continúa en dicha producción. Para Fresón de Palos, estos viveros se encuentran en la Comunidad de Castilla y León.
Esta elección no es arbitraria pues se lleva a cabo con un estudio y seguimiento de las diferentes variedades en sus campos de ensayo estando presente la empresa onubense en los programas de desarrollo e investigación técnico-científica.
CULTIVO NATURAL
El siguiente paso es el cultivo. Una vez que estas plantas procedentes de Castilla y León están en el momento óptimo se trasladan a Palos de la Frontera donde se replantan en un entorno privilegiado. ¿Por qué privilegiado? Porque esta zona de la provincia de Huelva se encuentra rodeado de campiña, de marismas y de la costa del Océano Atlántico. Aquí, Fresón de Palos cultiva más de 1.200 hectáreas de tierras arenosas, situadas sobre calizas terrosas.
Durante todo este proceso de cultivo y hasta que se recolecta la fruta, los agricultores cuentan con el asesoramiento y el control de un Departamento Técnico que, además de contar con un experto equipo humano, dispone de las herramientas tecnológicas mejor adaptadas a la labor y más eficientes del entorno agrario.
Esta base junto al clima suave andaluz y una calidad de agua excelente, hacen que las características sean las idóneas para el crecimiento de un fruto inigualable en cuanto a tamaño, textura, color y sabor.
RECOLECCIÓN
La parte vegetativa de la fresa es altamente resistente a heladas, llegando a soportar temperaturas de hasta –20ºC, aunque los órganos florales quedan destruidos con valores algo inferiores a 0ºC. Condiciones que en esta parte de la zona occidental andaluza no se suelen dar en esa época invernal. En términos generales, las temperaturas por debajo de 12ºC durante el cuajado dan lugar a frutos deformados por el frío, aunque, necesita acumular una serie de "horas de frío", con temperaturas por debajo de 7ºC, para que su vegetación y fructificación sea abundante.
El resto comenzarán su recogida a finales de enero y principios de febrero, que es cuando comienza el ciclo normal de recolección.
El método de recolección, al ser una planta rastrera, por la delicadeza de los frutos y la configuración de los campos de cultivo, es manual, con escasa o nula mecanización. Para ello, cuando el fruto comienza a madurar, pero antes de que se torne rojo del todo, se va tomando y almacenando adecuadamente.
La recolección de la fruta justo en su momento óptimo, es garantía de calidad y sabor.
Para arrancarlo es importante seleccionar los frutos que no estén dañados ya que podrían abrirle la puerta a los hongos y otros patógenos y ser arrancados con el peciolo completo, ya que el tallo verde todavía cumple algunas funciones fisiológicas en la fresa.
Una vez arrancadas, se limpia de estolones y hojas muertas eliminando cualquier residuo que haya podido encontrarse en ella. El almacenaje se hace a la sombra o en cámaras frigoríficas aunque los expertos no recomiendan congelar si el consumo es en crudo, pues la fresa se reblandece y pierde algunas cualidades organolépticas (de los sentidos) que la diferencian.
A la recepción del producto en las instalaciones centrales de Fresón de Palos, un equipo técnico lleva a cabo un minucioso control de calidad, velando siempre por la seguridad alimentaria y la satisfacción de los clientes.