La solución para autónomos: gestión integral de negocio y fiscalidad

Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en España hay un total de casi tres millones y medio de autónomos, de los cuales aproximadamente un 35% son societarios. Emprender una aventura empresarial por cuenta propia tiene mérito no solo en dicho país, sino también en el resto de Europa, aunque hay que decir que hoy en día resulta bastante más sencillo que antaño.

Esto es debido a ciertas herramientas cuya existencia, unas décadas atrás, era del todo impensable. En este artículo profundizaremos en una de ellas, la cual fue concebida como una solución para que los autónomos pudiesen llevar a cabo una gestión integral tanto del negocio como de la fiscalidad. Nos referimos al ERP.

Los ERP proporcionan a los autónomos multitud de ventajas

ERP es un acrónimo inglés de «sistema de planificación de recursos empresariales». Lo cierto es que las funciones que incluye dependen de cuál sea la solución informática contratada, pero en todos los casos, estamos ante una herramienta ideal para trabajadores por cuenta propia.

Las utilidades y los módulos se integran en una interfaz que destaca por ser extremadamente intuitiva. Es por este motivo que la gestión integral de la fiscalidad y del negocio en general se convierten en dos tareas sencillas.

Esta facilidad, sumada a otras características muy positivas de los ERP, da pie a que brinden a los trabajadores por cuenta propia una gran cantidad de ventajas, en las cuales ahondaremos en próximas líneas.

Adiós a los problemas con Hacienda

Hay autónomos que optan por no tener un gestor y ahorrarse así unos 60 euros al mes. Puede ser una buena idea, siempre y cuando se cumplan varios puntos fundamentales como el de informarse sobre aspectos tan relevantes como los modelos tributarios. Afortunadamente, en la red puede encontrarse este tipo de información, como por ejemplo Qué es el modelo 303.

El siguiente requisito se resume en presentar dentro de plazo los diversos modelos tributarios que exige la Agencia Tributaria. Más allá del que acabamos de mencionar, es decir, el de la declaración trimestral del IVA, el listado comprende tantos otros documentos fiscales que pueden ser un quebradero de cabeza para los trabajadores por cuenta propia.

Por suerte, con un ERP el proceso de presentarlos es coser y cantar. De hecho, la presentación del modelo 390, el resumen anual del IVA, se completa en cuestión de minutos sin que el autónomo tenga dudas respecto a las cifras que finalmente se le hacen llegar a la AEAT.

Al no cometer errores y presentar los modelos tributarios dentro del plazo, no surge ningún tipo de problema con Hacienda. Este organismo público recibe cuando toca la información necesaria para asegurarse de que el autónomo cumple con sus obligaciones tributarias. En definitiva, se reducen drásticamente las posibilidades de tener que asumir algún tipo de recargo o sanción.

Mayor productividad

Teniendo en cuenta el altísimo nivel de competencia que hay en todos los sectores, para un autónomo es crucial ser lo más productivo posible. En caso contrario, sus servicios o productos quedan relegados a un segundo plano.

Con la ayuda de un ERP para autónomos, los trabajadores por cuenta propia se ven capaces de trabajar al máximo de sus capacidades físicas y mentales, dedicando tiempo únicamente a aquellos procesos más beneficiosos en términos económicos. Esto es debido a que las labores burocráticas o fiscales como las mencionadas en anteriores líneas no presentan errores. De hecho, en algunos casos pueden automatizarse.

Antiguamente, los autónomos no podían dedicar demasiado tiempo a tareas trascendentales para sus negocios, puesto que perdían excesivas horas en otras labores. Los ERP han supuesto un antes y un después en este sentido.

Mejores decisiones

¿Recuerdas que antes hemos hablado de la automatización de ciertos procesos? Uno de ellos consiste en elaborar informes. Todos los datos tratados a través del software son recopilados y debidamente incluidos en documentos informativos que son de gran ayuda para los autónomos.

¿En qué sentido? Básicamente, en el de facilitarles y agilizarles las tomas de decisiones. Todas ellas son mucho mejores que las que adoptaban años atrás, puesto que antes de dar el paso, se valoran ingentes cantidades de datos que difícilmente hubieran podido comprender los propios autónomos sin la ayuda de una solución informática.

Disponibilidad plena

En plena era digital, los clientes demandan inmediatez. Si un autónomo no puede proporcionarla, lo más probable es que terminen decantándose por otras opciones, por lo que la competencia adquiere una cuota de mercado que posteriormente es muy difícil recuperar.

Los ERP evitan que esto suceda permitiendo a los trabajadores por cuenta propia acceder al sistema tecnológico desde cualquier lugar. Así pues, sea cual sea su ubicación, si tienen acceso a Internet con un dispositivo como un smartphone o una tablet, se ven capaces de gestionar integralmente sus negocios, por ejemplo creando un presupuesto solicitado con urgencia por un usuario.