Las divinas palabras de Ernesto Medina | 12 NOV 2024 |
Jaén - Publicado el - Actualizado
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Eligió la música hace más de trece años. Sin consultar. Simplemente agitó la prodigiosa y enorme base de datos musical que lleva en su cabeza. Yo ignoraba de qué canción se trataba. La melodía ha sido un miembro más de la familia que bajo la paternidad de Antonio Agudo hemos formado todo este tiempo César Carcelén, Ángel López y Ernesto Medina. Busqué la sintonía que ha daba paso a las “Palabras, divinas palabras” con el respeto de quien desea conservar lo importante siempre a la vista: “If I should lose you” (Si yo te perdiera) canción de Chet Baker y Paul Bley en la interpretación de George Shearing. Encontré también una versión que no era instrumental. Tenía letra y la cantaba Peggy Lee. Permítanme, dilectos oyentes, que mientras la escuchamos, se la vaya traduciendo.
Si yo te perdiera, las estrellas caerían del cielo.
Si yo te perdiera, las hojas se marchitarían y morirían.
Los pájaros en mayo cantarían un estribillo solitario.
Y yo deambularía oyendo el sonido de la lluvia.
Contigo a mi lado ningún viento en invierno soplaría.
Contigo a mi lado una rosa florecería en la nieve.
Te di mi amor, pero estaba viviendo un sueño.
Y vivir parecería en vano si te pierdo.
¿Quién me iba a decir que las estrofas de la sintonía tantas veces reproducida era el resumen de lo que pretendía escribir el día que Antonio Agudo deja los micrófonos? Has sido mi valedor, mi protector, mi maestro, mi compadre. Mi amigo del alma. El Grupo Guerrillero Giennense Bernardo López García; Culcas, el príncipe íbero del Cerrete de los Lirios, y La Dama de Cubero me chistan al oído que ellos también quieren darte besos y abrazos. Pretendo consolarlos, y consolarme, con la seguridad de que tornarás de vez en cuando para echarme una mano con -en tus palabras- estos dos mochuelos. O en expresión igualmente tuya, estos tormentos que son Ángel y César. Y es necesario que vuelvas para cuidarme a mí también un poco. Que me haces falta. Y que me hace falta darte las gracias por tanto que se me acaba el tiempo del programa. Pues eso, que vivir parecería en vano si te perdemos.
Palabras, divinas palabras