EDICIÓN DE LUXE

Cinema Jaén 2.0, con Luis Moreno

Incluye nuestra tertulia cinéfila y nuestro reto cinéfilo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El viernes pasado tan sólo aparecieron dos míseros estrenos en nuestra cartelera. Eso sí, se trataba de dos grandes producciones que respondían perfectamente al sino de los tiempos: gasta poco dinero en guionistas y continúa insistiendo en lo que ya ha funcionado en taquilla.

MALÉFICA: MAESTRA DEL MAL

El final feliz se impone por pelendengues en este anodino cuento sin pretensiones. Los buenos son muy buenos, se besan y son felices para siempre; mientras que los malos son muy malos y pagan, irremediablemente, por sus muchas fechorías cometidas. Así las cosas, la pregunta clave y de fondo sigue siendo: ¿Habrá tercera entrega para formar una “preciosa” trilogía? La respuesta es clara y sencilla. Por supuesto. Aquí están los ingredientes básicos para que el público de las salas comerciales continúe rascándose el bolsillo. A saber: historia sencilla, efectos especiales por un tubo y lustroso plantel de actrices protagonistas. Lo evidente es que esta segunda entrega es muy inferior a la primera, cuando todavía quedaba algún rastro de “La Bella Durmiente”. Lo curioso, es que Nuria Mediavilla, la actriz de doblaje que pone voz a Angelina Jolie, ha hecho un trabajo de los que hacen época. ¡Impresionante!

ZOMBIELAND: MATA Y REMATA

No diría yo que la primera entrega de esta película (hace diez años) fuera un prodigio de virtudes cinematográficas, ni tan siquiera un título para guardar en el recuerdo, pero sí que, al menos, presentaba una estética curiosa y, desparramados, algunos chistes graciosos. Lo malo es que ahora todo se ha tornado rutinario y vulgar. Han aparecido como hongos los tópicos, los clichés y los lugres comunes. Todo muy chusco donde, por resaltar algo, tan sólo queda la eficiencia de sus actores protagonistas que demuestran oficio, caso de Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Emma Stone y Abigail Breslin. Por mucho que la matanza de zombis se ruede al ritmo de Metallica, esto no es suficiente para justificar esta secuela hueca. A ver, como dice la regla nº 32 del personaje protagonista: “Disfruta de los pequeños detalles.” Pues bien, los pequeños detalles, por aquí, no aparecen por ninguna parte y no hay disfrute.

Una vez concluida la crítica a los estrenos de la semana pasada, es oportuno adentrarnos en el mundo del DVD, Blue-ray y demás formatos para la venta directa al público.

TOY STORY 4

Sorprendente pero cierto. Quién podía imaginar que la cuarta entrega de esta saga iba a resultar tan extraordinaria como las anteriores. Nunca en cine se había visto semejante cosa. Lo que era una trilogía memorable, por obra y gracia de la Pixar, se había convertido en la primera tetralogía de culto en la historia. Cine de muchísimos quilates que, en realidad, estaba más enfocado al público adulto que a los niños y, sobre todo, que poseía la increíble capacidad de atrapar por los sentimientos. “Toy Story 4” fue el perfecto ensamblaje entre lo técnico y lo narrativo, un mecanismo de precisión que funcionaba a las mil maravillas. Sin lugar a dudas, una más que seria candidata al Oscar del próximo año. En definitiva y por resumir: Una maravilla que te hace reír y llorar. ¡Genial!

Y terminamos recomendando una reciente película española, que ha pasado fugaz por las salas comerciales.

DIECISIETE

Una de esas películas de carretera que te atrapa sin remisión. Parte de un excelente guion, parecido al de la famosa “Rain Man”, y sabe manejar con admirable maestría sus bazas en el terreno de los sentimientos. Dirige el siempre original Daniel Sánchez Arévalo, el mismo de “Azul oscuro casi negro”, volviendo a demostrar que, sin duda, se encuentra entre lo más sobresaliente del actual panorama cinematográfico español. Pero sería injusto acabar esta crítica, sin hacer mención al deslumbrante trabajo interpretativo de su pareja protagonista, Biel Montoro y Nacho Sánchez, dos jóvenes actores que han conseguido elevar el nivel de la película. Aviso a navegantes: No conviene dejarse llevar por cierto sector crítico que ha tiene erisipela hacia el cine de buenos sentimientos. Creo que aquí hay mucha ternura... y no precisamente de garrafón.