ÓLEOTUR

El olivo de Fuentebuena

Jaén atesora algunos ejemplares de olivos centenarios que vamos a ir conociendo cómo este situado en el término municipal de Arroyo del Ojanco

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Arroyo del Ojanco es famoso por su olivo centenario, inscrito en el libro Guinnes de los récords por su gran tamaño. Se trata del olivo milenario de Fuentebuena, declarado por la Junta de Andalucía Monumento Natural, es uno de los símbolos de esta localidad jienense. Se trata de un privilegiado vestigio que ha resistido generaciones y generaciones entre cierzos y vendavales, entre hielos de crudos inviernos y veranos de sequedad extenuante.

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Lo que caracteriza a este gran árbol son sus dimensiones: 10 metros de altura, con un tronco que supera los cuatro metros de perímetro, desde la base hasta la cruz. La proyección de la copa tiene 116 m2. Datos del siglo XIX aseguran que este ejemplar dio en una cosecha 850 kilos de aceituna. Se localiza próximo a pocos kilómetros del núcleo urbano que le da nombre. Aparece rodeado de otros olivos, siempre de menor tamaño que el descrito. El árbol de Fuentebuena, como la inmensa mayoría de los de Jaén, pertenece a la variedad picual.

Entre las leyendas que se cuentan de este árbol, hay una que afirma fue plantado por unos frailes tras la Conquista de Al Andalus. Para acceder hay que dirigirse desde el núcleo urbano de Arroyo del Ojanco, por la carretera local JV-7.005 en dirección a Beas de Segura. Al pasar por el cruce de Prados de Armijo, el olivo queda a unos cincuenta metros de la carretera, dentro de una finca privada.

Jaén, primera productora mundial de aceite de oliva, ofrece al visitante el mejor escenario para la práctica del “oleoturismo”, a través de una variada oferta relacionada con el olivar y el aceite: museos, almazaras, restaurantes especializados, alojamientos rurales, cortijos, fiestas, degustaciones y catas de aceite, etc. Comienza aquí un viaje con destino a la esencia de la cultura del olivo donde podrá conocer in situ el proceso de producción del aceite, desde el cultivo del olivar, pasando por la recogida de la aceituna en el campo, hasta llegar a su extracción y envasado en la almazara. Un recorrido por múltiples posibilidades destinado a hacer del oleoturismo una experiencia única que no le dejará indiferente