MEDICINA DEPORTIVA
El doctor De la Varga rompe con un mito de la medicina deportiva: "La tendinitis no existe"
Desde siempre hemos oído hablar de esta dolencia de manera errónea
Málaga - Publicado el - Actualizado
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Es una de las dolencias más extendidas en la medicina deportiva y convencional. ¿Quién no ha sufrido una tendinitis a lo largo de su vida? Tendinitis rotuliana, tendinitis en el codo, en el bíceps, en el hombro... son algunas de las dolencias más recurrentes y que tienen su origen en el sobreúso de los tendones. Sin embargo, como explica el doctor Vicente De la Varga, traumatólogo y experto en cirugía ortopédica desde su clínica CAMDE de Málaga, considerado uno de los 50 mejores médicos privados de España por Top Doctors, el término tendinitis está mal empleado: "lo correcto es hablar de tendinosis. El sufijo itis, en medicina, cuando se añade a una palabra, suele denotar una inflamación, como por ejemplo apendicitis, inflamación del apéndice, otitis inflamación del oído o conjuntivitis, inflamación de la conjuntiva, la parte blanca del ojo. Sin embargo, no es aplicable a un tendón, sencillamente porque los tendones no se pueden inflamar. Para que algo se inflame tiene que tener vasos sanguíneos en su interior por los que lleguen las células propias de la inflamación. Los tendones no tienen vasos sanguíneos, por tanto, no se pueden inflamar, no pueden tener tendinitis. Sin embargo, un tendón se puede degenerar, puede tener microrroturas de sus fibras, generalmente por una sobrecarga continuada, por kilómetros de carrera, por miles de saltos. El tendón intentará arreglar esas microrroturas, pero no será capaz, pues su función no es reparar, y producirá entonces una especia de moco denso, una matriz mucoide, y entonces diremos que tiene tendinosis, o lo que es lo mismo una degeneración, un desgaste crónico", explica en los micrófonos de COPE Málaga el doctor.
TENDINOSIS MÁS FRECUENTES DE LA RODILLA
La rodilla es una articulación muy propensa a sufrir tendinosis. Su movimiento principal es simple, flexionarse y extenderse, y ese ciclo lo repetimos muchas veces cada vez que corremos, saltamos o vamos en bicicleta. Y lo hacemos siempre tirando de 40 ó 50 kilos por encima, el peso de nuestro cuerpo.
Según el tipo de deporte que practiquemos podremos padecer con mayor o menor facilidad un tipo de tendinitis.
RODILLA DEL SALTADOR
Saltar, a nivel de la rodilla, consiste básicamente en flexionar la rodilla para a continuación extenderla súbitamente, de una manera rápida y explosiva. El responsable único de la extensión de la rodilla es la contracción del músculo cuádriceps que tira de su anclaje en la tibia a través de los tendones cuadricipital, el que está por encima de la rótula, y rotuliano, el que está por debajo. De hecho ambos tendones son uno solo, lo que pasa que se apoyan en la rótula para tener más brazo de palanca, más fuerza. De hecho son una palanca. Imaginad un balancín del parque infantil, estos que suben y bajan con un niño a cada lado. Pues si en un lado se sube un niño más gordito y se deja caer, tensa la palanca de su lado, que sería el tendón cuadricipital, el que está por encima de la rótula, que se apoya en el pivote central, que sería la rótula y levanta el trozo de palanca del otro lado, que sería el tendón rotuliano. En esto consiste un salto, en mandar al niño canijo del otro extremo a las nubes.
En deportes como el baloncesto, el balonmano, voleibol, el atletismo o el tenis, en los que hay múltiples saltos o una posición en flexión mantenida de rodilla, el tendón rotuliano, sobre todo en la parte que se ancla a la rótula en su parte inferior, sufre microrroturas y un proceso de degeneración, de tendinosis.
SÍNTOMAS
Sobre todo, dolor en la parte anterior de la rodilla, por debajo de la rótula. Al principio no nos impide seguir jugando, como todos los problemas de tendones, en las fases iniciales duele al empezar a correr, para desaparecer el dolor al entrar en calor. El dolor aparece de nuevo, y con mayor intensidad tras enfriarnos.
En esta fase, utilizar una cincha, una banda por debajo de la rótula alivia la tensión sobre la zona dañada, aliviando los síntomas. Es muy frecuente ver a jugadores de baloncesto o tenistas con esta banda. Nadal tuvo una tendinosis severa del tendón rotuliano allá por 2008, y era habitual verle jugar con estas cinchas en ambas rodillas.
Cuando avanza la degeneración, ya nos impide saltar primero y correr después. Si sigue avanzando el dolor aparece incluso caminando.
RIESGO DE ROTURA DEL TENDÓN
Sin duda. Y lo hace sin avisar. Puede no haber demasiadas molestias y de repente el tendón romperse. Fue el caso de Ronaldo Nazario que tuvo una rotura en el año 2000 mientras jugaba con el Inter. La imagen de Ronaldo tirado en el césped agarrándose la pierna y dando gritos creo que casi todos la recordamos. Rafa Nadal tuvo una rotura parcial del tendón rotuliano derecha en 2018.
Lo que hay que dejar muy claro es que un tendón sano es imposible que se rompa. Lo podremos cortar, pero nunca se va a romper. Para que se rompa tiene que estar degenerado. Muy degenerado.
DIAGNÓSTICO
La mejor forma de diagnosticarlo es mediante una ecografía. Nos permite movernos por el tendón, verlo en movimiento de una forma dinámica, y nos permite valorar su vascularización.
TRATAMIENTO DE RODILLA DEL SALTADOR
En las fases iniciales, cuando la degeneración aún es pequeña, se puede combinar el ejercicio excéntrico, aquel que tensa el tendón mientras vamos alargando el músculo, con medidas de fisioterapia.
Cuando la degeneración es mayor, el tratamiento adecuado es continuar con los ejercicios excéntricos y realizar infiltraciones ecoguiadas de plasma rico en plaquetas. Pero no cualquier plasma rico en plaquetas, o no el mismo que usamos para la artrosis. Ha de ser un plasma rico en plaquetas más concentrado y con leucocitos en su composición.
Habitualmente en 6 a 8 semanas el aspecto del tendón rotuliano ha cambiado. Ha engrosado a crecer fibras sanas, está más grueso, que se ve a simple vista o al tacto, y con un aspecto sano en la ecografía.
PLASMA RICO EN PLAQUETAS Y EJERCICIOS
Antes del plasma rico en plaquetas, las tendinosis del tendón rotuliano se operaban, pues era la única forma de regenerarlo. Desde que usamos el plasma rico en plaquetas es muy raro que haya que operarlos. Los únicos casos en los que se operan los las llamadas tendinosis hipervasculares, que es la que tuvo el portero del Barça Ter Stegen y de la que fue operado. En estas tendinosis se produce un aumento de los vasos sanguíneos que entran en el tendón, en un tendón en el que normalmente no debe haber vasos. La idea es que con cada vaso que entra en el tendón también entra un pequeño nervio que es la causa del dolor.
En estos casos, si inyectamos plasma rico en plaquetas corremos el riesgo de aumentar aún más la vascularización. En estos casos es necesaria la cirugía, que se hace por artroscopia y consiste en cauterizar los vasos que entran al tendón y sanear el tendón para que se regenere.