24 países, dos años y una decisión desde París: Así decide la UNESCO las candidaturas de Patrimonio Inmaterial
En "La Linterna de Andalucía" hablamos con Leandro Peredo, responsable de proyectos de la UNESCO
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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Cae la tarde. Después de un día de mucho calor, Juana coge su silla de enea que tiene en la cocina. Como cada día, minuto arriba, minuto abajo, Juana saca la silla, la coloca en la puerta de su casa y se sienta. Amparo, su vecina, ya está sentada en su puerta. "¿Y tu niño, está mejor hoy?" Le pregunta.
Minutos más tarde, se unen Laura y Ana, las nietas de Amparo. Ana abre un paquete de pipas que acaba de comprar en el kiosco. Así empieza un día cualquiera las charlas al fresco en cualquier rincón de Andalucía. Una tradición que no debería perderse.
UNA INICIATIVA MUY GADITANA
Y para que no se pierda, el ayuntamiento gaditano de Algar, un pueblo blanco donde viven unos mil cuatrocientos vecinos, quieren que las charlas al fresco sean declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Llevan ya tres años con esa iniciativa, y en los últimos meses han recabado medio centenar de apoyos de otros ayuntamientos andaluces, como el de Málaga.
Dentro del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad hay varias categorías. La de las charlas al fresco entraría dentro de la categoría de usos sociales, que cuida las tradiciones. Según la UNESCO, el trámite es complejo y dura alrededor de dos años. El encargado de dar luz verde a una candidatura es un comité formado por veinticuatro países.
SÓLO 5 REQUISITOS
¿Y cuáles son los requisitos para presentarse ante este comité? Son solo cinco. Los más destacados: la candidatura tiene que propagar el diálogo y cada comunidad participará directamente en la elaboración de la candidatura.
Este reconocimiento no lleva implícita una remuneración económica, pero desde la UNESCO reconocen que abre muchas puertas, como es el caso de alianzas entre países o comunidades y el acceso a subvenciones económicas.
UN ORGULLO
El primer paso que debe llevar a cabo un país o una comunidad para incluir un bien en la Lista de Patrimonio Mundial es realizar un inventario de los bienes que pretenden sean declarados Patrimonio Mundial en un futuro. Y aunque el proceso es largo, merece la pena. "Es un orgullo para cualquier comunidad tener este prestigioso reconocimiento."
Y eso lo saben bien en Antequera, donde el 15 de julio de 2016, los dólmenes se sumaban a esta lista. O en Córdoba, porque la fiesta de sus Patios también consiguió entrar en esa lista. Desde luego, motivos le sobran a las charlas al fresco para convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Y si no, ¿Quién no se ha sentado al fresco por la noche hasta altas horas de la madrugada por el simple placer de hacerlo?
Puedes escuchar la entrevista completa en este enlace.