Cómo es la donación de la médula ósea: "Cuatro horas y una oportunidad para toda la vida"
La media de tiempo necesario para encontrar un donante oscila entre siete u ocho semanas
Sevilla - Publicado el
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Donar médula puede salvar una vida. Puede sonar a slogan publicitario. Pero es así. Como suena. Los datos lo demuestran. Cada año miles de personas. 6.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España. Y muchas necesitan un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad.
El trasplante de médula ósea es la única esperanza para muchos afectados de leucemia y otras enfermedades de la sangre. Los hermanos son los mejores donantes por la compatibilidad genética. Aunque tres de cada cuatro pacientes que necesitan un trasplante, no tienen un familiar compatible.
Si no hay compatibilidad con los familires, toca dar el segundo paso: acudir al banco mundial en busca de un donante del que pueda recibir un trasplante de médula ósea. El trasplante consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante.
El primer paso para ser donante
Para convertirnos en donantes de médula, primero hay que inscribirse en el registro, que conecta con todas las redes del mundo. Hay que tener entre 18 y 40 años, pesar al menos cincuenta kilos. Eso en cuanto al registro, la donación puede ser hasta los sesenta años.
Por supuesto, el donante no puede tener ninguna enfermedad que pueda transmitirse al receptor . Tampoco puede padecer una enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.
En COPE Andalucía, hemos hablado con Dora Díaz, portavoz de la Red Andaluza de Medicina Transfusional. Nos ha contado que “a edades más tempranas, el trasplante tiene mayor posibilidad de éxito. Por eso, en el banco de transfusión buscan normalmente varones entre dieciocho y cuarenta años".
Aunque el proceso no es complicado, Dora insiste en que los donantes deben informarse bien. Y ser conscientes de la importancia de una donación de médula ósea.
Una vez que el donante se inscribe, “extraemos una muestra de sangre y ese tubo de médula va al laboratorio del centro de transfusión de Málaga, donde lo analizan”. Esos datos son procesados y subidos a una nube donde están todos los donantes".
Es lo que se llama el DNI genético. Estos indicadores nos dicen cómo es el perfil de esa persona. Y ahí comienza el proceso de búsqueda de compatibilidad del potencial donante con un enfermo que requiera de trasplante y no pueda tener trasplante con un familiar compatible.
La media de tiempo para encontrar un donante para un enfermo oscila entre siete u ocho semanas. La mala noticia es que no siempre se consigue. En el caso de que un paciente estuviera disponible porque su perfil genético fuera compatible con el del enfermo, el donante se somete a una prueba más completa. Si la compatibilidad se mantiene, llega el siguiente paso: extraer la médula.
Anestesia local o general
La donación de médula es similar a la de plasma y plaquetas. “Extraemos la células madre de la sangre. Unos días antes, el donante toma una medicación para que se creen más células madre. Los efectos de esta medicación son parecidos a una gripe.”
A los pocos días se procede a la extracción, que suele ser a través del brazo, aunque también pueden extraer la médula de la cadera. En cuanto a la duración, será de unas tres o cuatro horas. Y será el médico quien decida si lo hacen por anestesia local o general. El médico informará de todos los detalles al donante antes de extraer la médula.
¿Que si duele? Puede doler un poco. “Puede haber un poco de entumecimiento, dolor en los próximos días. Que pueden tratarse con anti inflamatorios”. Pero merece la pena. “Todos los donantes con los que hablamos están muy satisfechos. Tienen una sensación de orgullo porque han regalado vida a otra persona”.
El donante nunca sabrá la identidad del paciente. Ni el paciente conocerá a la persona que le ha salvado la vida. “Aunque el donante sí puede saber el país de origen de la persona a la que ha dado la oportunidad de seguir viviendo”.