Una vecina de 101 años de Sevilla da el consejo de vida para llegar a su edad: "Me he comido el manso"

Un farmacéutico ha compartido su historia en TikTok causando furor, destacando que conoció a Leonor "hace seis años con 95", está "igual de estupenda" y "es una suerte tenerla como paciente"

TikTok: @demiguelfarmacia

La señora mayor en una farmacia

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

En un mundo donde las redes sociales a menudo están inundadas de contenidos efímeros, un video en TikTok ha logrado capturar la atención y el corazón de miles de usuarios al contar la inspiradora historia de Leonor, una vecina de Sevilla que, a sus 101 años, comparte su sabiduría y vitalidad con todos los que la rodean. 

Esta entrañable historia, narrada por un farmacéutico que la conoce desde hace seis años, ha causado un verdadero furor en la plataforma, destacando la alegría y la resiliencia que Leonor irradia. El farmacéutico, quien ha descrito a Leonor como una paciente "estupenda", comenzó su relato explicando que conoció a esta encantadora mujer cuando tenía 95 años.

A pesar de los años que han pasado, asegura que Leonor está "igual de estupenda" que entonces. Esta frase, que parece sencilla, encierra una gran verdad: la actitud ante la vida y el amor por los pequeños momentos pueden tener un impacto significativo en nuestra longevidad y bienestar.

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Una mujer de 102 años de pie junto a un olivo de 100 años.

La historia de Leonor no es solo un testimonio de vida, sino también un ejemplo de cómo una perspectiva positiva puede transformar nuestra experiencia cotidiana. En el video, ella comparte su consejo de vida fundamental, que ha guiado su existencia y la ha ayudado a llegar a los 101 años con una energía envidiable: "Me he comido el manso".

Una vecina de 101 años de Sevilla

Esta expresión, que puede parecer un poco confusa al principio, refleja su filosofía de vida: disfrutar de cada momento, saborear las experiencias y, sobre todo, no dejar que las preocupaciones nos abruman. El dicho de Leonor resuena con mucha fuerza en la actualidad, donde el estrés y la ansiedad son compañeros constantes en la vida de muchas personas.

Su consejo invita a la reflexión sobre la importancia de vivir el presente y apreciar lo que tenemos, en lugar de quedarnos atrapados en las preocupaciones sobre el futuro o las cargas del pasado. Esta mentalidad de "comerse el manso" nos recuerda que la felicidad no siempre se encuentra en los grandes logros, sino en los pequeños placeres de la vida diaria.

      
             
      

El video no solo destaca la sabiduría de Leonor, sino también la belleza de la conexión intergeneracional. Al compartir su experiencia, el farmacéutico no solo rinde homenaje a su paciente, sino que también invita a otros a reflexionar sobre sus propias vidas. Las historias como la de Leonor tienen el poder de inspirar y motivar, recordándonos que cada día es una nueva oportunidad para crear recuerdos y disfrutar del viaje.

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Una anciana celebra su centenario con un pastel

La repercusión del video ha sido notable, con miles de comentarios de usuarios que se sienten conmovidos por la historia de Leonor. Muchos han compartido sus propios consejos de vida y han reflexionado sobre la importancia de la salud mental y emocional en el proceso de envejecimiento. En un momento en que la juventud suele ser idealizada, Leonor se presenta como un faro de luz, demostrando que la edad no es un obstáculo para vivir plenamente.

El consejo de vida

La viralidad de este contenido también ha abierto un espacio para el diálogo sobre la longevidad y el cuidado de las personas mayores. La historia de Leonor se convierte en una invitación a cuidar de nuestros mayores, a escuchar sus historias y a aprender de su sabiduría.

      
             
      

Su experiencia es un recordatorio de que cada persona tiene una historia valiosa que contar, y que estas historias pueden enriquecer nuestras vidas de maneras inesperadas. El consejo de vida de Leonor, "me he comido el manso", es un llamado a vivir con alegría, gratitud y plenitud.