El gesto anónimo de una adolescente sevillana de 16 años: "Lo volvería a hacer una y mil veces"

Se llama Claudia, tiene 16 años y le gusta la moda y los viajes como a cualquier chica de su edad

Irene Ramos

Sevilla - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El consumo del tabaco es la primera causa de muerte prevenible en España y es el principal factor de riesgo en cáncer. En España el consumo de tabaco provoca 63.000 muertes anuales. O lo que es lo mismo, en nuestro país se produce una muerte causada por el tabaco cada diez minutos. Además, el tabaco está relacionado con 16 tipos de cáncer.

Son datos que pone sobre la mesa la Asociación Española de Lucha Contra el Cáncer con motivo del Día Mundial Sin Tabaco.

Su presidente en Sevilla, Jesús Maza, explica que tienen un objetivo de futuro muy ambicioso: lograr una generación libre de tabaco en 2030.

Para lograrlo hay que afrontar cuestiones que siguen “preocupando, como el acceso al tabaco de los más jóvenes y sobre todo la moda de los vápers que se ha generalizado entre los chavales”.

Además, Maza apunta a otro problema añadido, el ejemplo, o en este caso, el mal ejemplo. Siempre se ha dicho, si tú lees, o haces deportes, tus hijos aprenden buenos hábitos. Si fumas, no siempre, pero por imitación ellos también pueden acabar fumando y junto a todo ello al final “en muchos casos, los vápers se convierten en la puerta de entrada al consumo de tabaco de los más jóvenes”.

Esta dura enfermedad tiene muchas consecuencias y entra otras, una muy visible, la de la pérdida del cabello de los pacientes que se encuentran en fase de tratamiento.

Una enfermedad que está cada vez más presente. Unas 10.900 personas fueron diagnosticadas de cáncer en Sevilla durante el pasado año 2023, según las estimaciones de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica. Una cifra que continuará creciendo este año 2024 y en el futuro debido a diversas cuestiones como por ejemplo los avances en las técnicas de diagnóstico y en la detección precoz de la enfermedad, el sedentarismo, la mala alimentación o la contaminación ambiental.

Por eso gestos como el de Claudia, son cada vez más importantes. Tiene 16 años y como a muchas chicas de su edad, le gusta la moda, viajar o salir con sus amigas.

Un día llegó a casa y dijo que quería donar su pelo para las personas enfermas de cáncer. Al principio parecía que la idea se iba a quedar ahí, pero llegó un momento en el que Claudia puso fecha a su donación de pelo: sería este año 2024, después de la feria de Sevilla.

Como ella misma ha explicado “llevaba desde muy pequeña con la idea en la cabeza” y ahora que ya tenía el largo del cabello que se necesita “decidí dar el paso”.

El proceso para donar su melena ha sido el siguiente: Claudia buscó una peluquería cerca de su casa que formara parte de la red de peluquerías solidarias que recogen pelo para donaciones. Le dan una cita como a cualquier clienta y le explican que no le cobrarían por el corte del cabello, solo por el coste para el envío con una empresa de mensajería.

El pelo debía llevarlo limpio. Al llegar le midieron el largo, que debe ser de 30 centímetros y se lo recogieron en una tranza para cortarla en seco porque hay que evitar se pudra. Cuando “me enseñaron la trenza, sentí un montón de emoción del acto que había hecho y de lo bien que iba a suponer para otra persona, porque sé que alguien lo necesita más que yo”.

Claudia recomienda a todo el mundo que se lo está pensando, que del paso, ella tiene claro que “lo volvería a hacer una y mil veces, porque con el hecho de yo saber que le he sacado una sonrisa a una persona, que no sé quién es, pero sé que se la he sacado, me llena muchísimo”.

Esta joven adolescente asegura que entiende que las donaciones sean anónimas, pero le encantaría “conocer a la persona que ha recibido mi pelo y le diría que me siento yo aún más agradecida de haber hecho eso por ella”.

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