SEVILLA

Los municipios sevillanos donde todavía no se puede beber agua del grifo

Se trata de dos pueblos y una entidad local donde el agua todavía no es apta para el consumo

Los municipios sevillanos donde todavía no se puede beber agua del grifo

Redacción COPE Sevilla

Sevilla - Publicado el - Actualizado

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Unos 52.000 vecinos de dos municipios y una entidad local de la provincia de Sevilla siguen sin poder usar el agua corriente para beber o cocinar, ante los altos niveles de benceno detectados, que han llegado a afectar hasta ayer a 11 pueblos más de dos comarcas.

Según han informado fuentes de la delegación de Salud en Sevilla, la prohibición de consumo de agua se mantiene para los 40.000 habitantes de Écija y los 19.500 de Marchena, con restricción en el consumo desde el pasado viernes.

Además, se prohibió el consumo a los 320 habitantes de la entidad local autónoma de Isla Redonda-Aceñuela, perteneciente a Écija y ubicada a 24 kilómetros del casco urbano del municipio matriz.

Para intentar regularizar la situación cuanto antes, la Consejería de Salud y Familias, a través de su delegación en Sevilla, mantiene análisis continuos en el agua, con el fin de comprobar la situación de los niveles de benceno en tiempo real.

Tras las prohibiciones decretadas del pasado fin de semana, se permitió el consumo a los vecinos de Morón de la Frontera, Arahal, Cañada Rosal, El Rubio, Fuentes de Andalucía, La Campana, Lantejueja, La Puebla de Cazalla, Osuna y Marinaleda, mientras que desde el lunes está permitido para los de La Luisiana, y la tarde de este miercoles se levanto la prohibicion para los vecinos de Herrera y de Paradas

Asimismo, la Consejería ha determinado que, en prevención por el riesgo de que se repita la situación anterior, se llevará a cabo un análisis diario de benceno en la infraestructura del depósito de estos municipios durante siete días consecutivos, y uno semanal por un periodo de dos meses.

La declaración como agua no apta para el consumo humano significa que no puede ingerirse ni utilizarse para la elaboración de alimentos, pero sí usarse para higiene personal y limpieza doméstica.

La empresa gestora deberá comunicar a la población afectada la calificación del agua y los usos permitidos y deberá analizar diariamente este parámetro hasta que los valores vuelvan a los límites permitidos