La sencilla tapa que a pesar de los años se sigue situando entre las más pedidas y consumidas: “Entre dos mil y tres mil al mes”

Está presente en las cartas de los bares y restaurantes y también en nuestras cocinas 

Irene Ramos

Sevilla - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Aunque hoy en día son un plato popular en muchos hogares y bares, su origen se remonta a la Francia del siglo XVII. Se dice que el aristócrata Louis de Bechamel, cocinero del rey Luis XIV, fue el creador de esta deliciosa combinación de bechamel, rebozado y fritura. 

Hablamos de las croquetas. Se piensa que a España las croquetas posiblemente llegaron durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), cuando se adoptaron muchas costumbres de la élite francesa (el afrancesamiento), entre ellas, la comida.

Incluso se tiene constancia de que en 1812 se le ofreció a las tropas inglesas una fritura de croquetas.

A partir de ese momento España hizo suya esta receta. Es un plato arraigado en nuestra gastronomía y que forma parte de la dieta de las familias españolas, tanto en el hogar como cuando nos damos un capricho y salimos a comer en bares y restaurantes.

Encontrar a alguien a quien no le gusten las croquetas puede ser complicado y este plato tan sencillo y a la vez tan versátil tiene legiones de seguidores, entre ellos, los niños.

Las croquetas se han convertido en un básico en los menús infantiles, y es que su sabor y textura las hacen irresistibles para los paladares más jóvenes.

      
             
      

Más allá de lo clásico: la innovación llega a las croquetas

Aunque las croquetas clásicas de jamón o pollo siguen siendo las favoritas de muchos, la creatividad de los cocineros ha dado lugar a una gran variedad de sabores y rellenos. Desde las más innovadoras, con ingredientes como setas, espárragos o incluso marisco, hasta las más atrevidas, con toques picantes o dulces, las croquetas han evolucionado para adaptarse a todos los gustos.

Jesús Becerra es propietario del restaurante Becerrita de Sevilla y en su carta nunca faltan las croquetas. De hecho, en el “top ten” de las tapas más demandadas de este establecimiento, se encuentran las croquetas y la ensaladilla.

En el caso de las croquetas en sus cocinas hay fijas en carta, “la clásica, cremosa, croqueta de jamón ibérico de bellota y las croquetas de cola de toro” que se realizan sin bechamel, “liga la masa con la gelatina de la cola de todo y hay quien viene expresamente para probarlas y también para llevárselas”.

      
             
      

Además, en septiembre realizan la semana de la croqueta y ahí suelen innovar ofreciendo croquetas de otros sabores como delicias de mejillón a la crema, leche condensada y anchoas, o crema de espinacas y bacalao por ejemplo.

Incluso se han atrevido con croquetas dulces, como “croqueta de chocolate con churros”, servida a modo de postre.

El propietario de Becerrita señala que el secreto de una buena croqueta es doble, la mano de la persona que las elabora y la calidad de los productos, leche de calidad, jamón ibérico de bellota y freír a una adecuada temperatura.

      

Para los profesionales de Becerrita hacer croquetas es casi “coser y cantar” y al que le toque ese día elaborarlas “coge sus dos cucharitas, y las hace casi con los ojos cerrados”.

Y es que en este establecimiento se elaboran entre "dos y tres mil croquetas de media al mes" para hacer las delicias de sus clientes.

Croquetas

  • Receta de croquetas de jamón (tradicionales):

Ingredientes:

  • 500 ml de leche entera

  • 100 g de mantequilla

  • 100 g de harina

  • 100 g de jamón serrano picado

  • Nuez moscada al gusto

  • Sal al gusto

  • 2 huevos

  • Pan rallado

  • Aceite de oliva para freír

Elaboración:

  • Bechamel: En una cazuela, derretir la mantequilla a fuego medio. Añadir la harina y cocinar, removiendo constantemente, durante unos minutos hasta que la mezcla tome un color dorado claro.

  • Vierte la leche: Verter la leche poco a poco, sin dejar de remover, para evitar grumos. Cocinar a fuego bajo, removiendo continuamente, hasta obtener una bechamel espesa y sin grumos.

  • Añade el jamón: Incorporar el jamón picado y la nuez moscada a la bechamel. Salpimentar al gusto. Retirar del fuego y dejar enfriar completamente.

  • Forma las croquetas: Con la ayuda de dos cucharas, formar las croquetas y pasarlas por huevo batido y pan rallado. Repetir la operación para obtener una capa crujiente más consistente.

  • Freír: Calentar abundante aceite en una sartén y freír las croquetas por tandas hasta que estén doradas. Escurrir sobre papel absorbente.

Consejos:

Para que las croquetas queden más sabrosas, puedes añadir otros ingredientes al relleno, como champiñones, queso o espárragos.

Si quieres hacer las croquetas con antelación, puedes congelarlas antes de freírlas.

Para obtener una textura más crujiente, puedes pasar las croquetas por pan rallado dos veces.