RESTAURACIÓN

El IAPH devuelve su esplendor al palio del Buen Fin

El IAPH ha devuelto al techo de palio del Buen Fin todo su esplendor, gracias a una intervención de carácter conservativo que ha durado ocho meses

Presentación por parte del IAPH de la restauración del techo de palio del Buen Fin

Redacción digital

Madrid - Publicado el

4 min lectura

El techo de palio de la Virgen de la Palma, titular de la sevillana Hermandad del Buen Fin, es una obra única tanto desde el punto de vista material y técnico, como histórico y artístico. Por lo que la restauración que ha llevado a cabo sobre la misma el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, ha supuesto un importante avance en el conocimiento de esta obra textil, al abordar su análisis y estudio desde una metodología científica. Esta pieza, fue diseñada por Ignacio Gómez Millán y ejecutada, entre 1929 y 1930, por el taller de bordados de José y Victoria Caro.

En concreto, la intervención, que ha tenido un carácter conservativo y se ha prolongado por espacio de ocho meses, ha consistido en un aspirado general y otro más exhaustivo y delicado con pinzas-aspiradoras de succión para eliminar de forma minuciosa la gran cantidad de depósitos de hollín y restos de partículas correspondientes a la limpieza anterior.

En el proceso, además, se seleccionaron hilos del bordado para su correcta identificación y caracterización en el Laboratorio de Química del IAPH, cuyos resultados determinaron las técnicas más adecuadas para abordar con garantías la limpieza.  Para el tratamiento de las cartelas, seriamente dañadas por el empleo de productos agresivos, ha sido fundamental la aplicación de la técnica láser, siendo la primera vez que se aplica dicha técnica en piezas textiles en el IAPH, debido a las particulares patologías que presentaba la obra, lo que ha posibilitado la recuperación del aspecto estético del techo de palio de la Virgen de la Palma.

Cabe destacar que, durante la actuación, también se ha realizado una reintegración del color mediante el empleo de tintes de seda en aquellas zonas en las que el matiz del terciopelo alterado impedía la correcta lectura de los elementos del diseño, modificadas debido a la alteración cromática consecuencia de la agresiva limpieza a la que había sido sometido anteriormente.

En lo referente a los altorrelieves de los cuatro Evangelistas de madera policromada, ejecutados por el imaginero Castillo Lastrucci, la intervención se ha centrado en la fijación y limpieza de los estratos polícromos y dorados, la reintegración del estrato de preparación y de la policromía, así como en la protección de la superficie mediante la aplicación de una capa de barniz para la protección de los estratos de color y dorado.

El antes y el después de la intervención llevada a cabo por el IAPH sobre el techo de palio del Buen Fin

Estado del palio

El estado de conservación de esta pieza era delicado, tal y como se recoge en el proyecto de actuación y presentaba serias alteraciones que habían afectado a la integridad de la misma. Los daños más graves detectados fueron los provocados por las intervenciones anteriores, en concreto en una última operación de limpieza con un producto inadecuado aplicado en los bordados e incluso en el terciopelo. Esto provocó alteraciones químicas que cambiaron el aspecto cromático del tono. También originó graves desgastes dejando a la vista su estructura base, así como aplastamientos y deformaciones del terciopelo o alteraciones en los metales de los bordados.

Un palio que causó sensación

Como dato de interés cabe resaltar que el palio de la Virgen de la Palma causó una gran sensación en su estreno en el año 1930, ya que el techo está inspirado en las azulejerías y ornamentos de los edificios regionalistas de la Exposición Iberoamericana de 1929.

Está realizado sobre terciopelo azul con bordados en hilo metálico dorado y plateado y en el centro de la pieza destaca un óvalo rodeado de ángeles y una balaustrada para dar perspectiva a la escena bordada que representa la Cruz con un sudario como alegoría de la Sábana Santa, titular de la Hermandad. El conjunto posee indudables valores históricos y de autenticidad al ser una de las piezas textiles de la Semana Santa de Sevilla que se conserva sin modificaciones importantes desde que fue concebida.

Previamente a su depósito en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, el taller de Bordados de Manuel Solano en Morón de la Frontera (Sevilla) realizó una revisión de la estructura interior del techo y llevó a cabo el montaje de la pieza sobre dos nuevos tejidos para su correcto tensado y sustentación.

En 2018, el IAPH también intervino en la imagen del Cristo del Buen Fin, obra del escultor Sebastián Rodríguez de 1645 y realizó un estudio sobre el estado de conservación de la imagen de la Virgen de la Palma, titulares de esta Hermandad.

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