Cáritas Diocesana de Huesca pide a la sociedad no dejar “fuera de cobertura” a personas sin hogar

La campaña comparte tu red busca concienciar a la sociedad sobre la desprotección social y residencial que sufren estas personas

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Redacción COPE Huesca

Huesca - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

En lo que va de año, 535 personas en situación de sin hogar han sido atendidas por Cáritas Diocesana de Huesca o se han beneficiado de algún apoyo o servicio. Un año más la entidad ha organizado esta mañana del 26 de octubre, un acto en la plaza Navarra, en el que se daba voz a las personas que se encuentran en situación de sin hogar, denunciar la falta de acceso a los derechos y la desprotección social que sufren.

Una iniciativa que siempre se desarrolla en torno al Día de las Personas sin Hogar, que se conmemorará el domingo 29 de octubre, con el lema “Comparte tu red. No dejes que se queden fuera de cobertura”. En este 2023, la entidad social ha llegado a 250 hogares a través de los 403 apoyos realizados, lo que supone unos 83.000 euros de gastos en ayudas relacionadas exclusivamente con la vivienda. Fundamentalmente, este tipo de apoyos económicos se destinan a pagos de alquiler y especialmente a viviendas compartidas o realquiler de habitaciones.

Además, de los 352 hogares registrados (ya que no se dispone de este dato de todas las personas atendidas por Cáritas Huesca) unos 236 se pueden catalogar como infravivienda, vivienda insegura o situación de sin hogar. Este acto de calle tenía como objetivo sensibilizar a la sociedad. Un teléfono hecho con lana y vasos desechables servirá para jugar al tradicional juego del teléfono-roto con todas aquellas personas que quieran participar con el fin de visibilizar el lema de este año, que pone el foco en animar a compartir nuestra red social con otras personas y no dejarlas fuera de cobertura.

Además, se compartían algunas reflexiones, realizadas en los proyectos y equipos parroquiales de Cáritas Huesca, mediante unos dibujos de señales wifi en donde se han reflejado las conclusiones sobre cuál es nuestra red en el entorno más cercano, en nuestra ciudad y en la sociedad. Como es costumbre el acto concluía con la lectura del manifiesto “Seguimos fuera de cobertura”.

“Nuestro empeño es hacer visible la realidad de vulnerabilidad extrema que viven las personas que van quedando al margen de las relaciones sociales, del espacio público normalizado, del acceso a su derecho de vivienda, empleo y protección social”, subraya María Santos, responsable del programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Española. “Queremos que nuestra campaña -añade- sirva para sensibilizar que es imprescindible seguir trabajando para que todas las personas puedan acceder a sus derechos y sean incluidas en la vida social y comunitaria”.

Dentro de la Confederación de Cáritas en España se ha mostrado un aumento de la sensibilidad respecto a la situación de muchas mujeres sin hogar. Esta movilización se fundamenta por la lenta respuesta que reciben de parte de la Administración Pública y sobre todo por su especial desprotección y vulnerabilidad, así como por la mayor estigmatización a la que se enfrentan. En este sentido, es importante señalar que muchas veces no se contempla cómo las mujeres van sorteando de cualquier manera el hecho de dormir en la calle buscando alternativas que las hace más vulnerables, como vivir en viviendas inseguras (bajo amenaza de desahucio, acogidas por parte de familiares o amistades, con ocupaciones ilegales, bajo amenaza de violencia machista, u ofreciendo cuidado a cambio de alojamiento). “Esta manera de afrontar o retrasar la situación de calle agrava la problemática por soportar durante más tiempo situaciones de violencia y precariedad además de provocar que permanezcan invisibles al sistema dificultando su cuantificación”, apunta Santos. No siempre son mujeres solas, sino que en muchos casos van acompañadas de sus hijos e hijas, que quedan también en situación de desprotección.

El Centro de Día Fogaril, por donde suelen pasar unas 15 personas diariamente, es uno de los recursos de Cáritas Diocesana de Huesca que está orientado a acoger, atender y acompañar a estas personas que se encuentran en situación de sin hogar, especialmente a las que viven en la calle. En lo que va de año un total de 251 personas han hecho uso de este centro, que prende ser un espacio de encuentro, escucha, descanso y esparcimiento y donde pueden tomar algo caliente y comer almuerzo y merienda, leer el periódico, ver la tele, jugar, hablar con otras personas y resolver algunas necesidades. Este espacio busca acompañar a estas personas, superando el asistencialismo y centrándose más en la escucha y el asesoramiento.

Las gestiones más solicitadas son algunos trámites con la Administración, con el documento de identidad o para conseguir la medicación que muchos necesitan. En los últimos meses, ha vuelto a cambiar el perfil de las personas que pasan por Fogaril. De nuevo, en su mayoría vuelven a ser hombres, de unos 55 años, con una estancia de cinco días, y que suelen presentar patologías duales de consumo y salud mental. Fruto del interés por facilitar su acceso a los derechos básicos, se ha incrementado la coordinación entre el personal laboral del albergue municipal y de Cáritas Huesca para mejorar el trabajo en red.

El ‘sinhogarismo’ es un problema social que no solo aglutina a las personas en situación de calle. El número de personas afectadas por esta realidad varía en función del grado de exclusión residencial que se tome en cuenta.

De acuerdo a la Tipología Europea de Sin Hogar y Exclusión Residencial (ETHOS), hay cuatro categorías: en situación de calle, sin vivienda, vivienda insegura o vivienda inadecuada. Las personas que están en la calle y las que van de alojamiento en alojamiento son la cara más conocida de este fenómeno. Sin embargo, las personas que viven en chabolas, caravanas, en asentamientos o en viviendas cedidas son la parte más invisible del ‘sinhogarismo’. Según el “VIII Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en España”, presentado en enero de 2022, una de cada cinco familias en nuestro país sufre exclusión residencial, es decir, que tienen graves dificultades en relación al acceso y al mantenimiento de la vivienda. En el caso de los hogares en pobreza severa, ese porcentaje aumenta hasta el 69%. Desde Cáritas Diocesana de Huesca son conscientes de lo insostenible que se está convirtiendo el día a día para muchas personas. Familias que han visto cómo han aumentado considerablemente sus gastos en energía, luz, la cesta de la compra y sobre todo en la vivienda. Por ello, cada vez es más común encontrar personas que comparten piso, incluso habitación.