Iberfoil recibe autorización ambiental para poner en marcha su planta de economía circular en Sabiñánigo con una inversión de 45 millones de euros
Incluye la incorporación de un ciclo de fundición de lingotes de aluminio y la valorización de chatarra alumínica
Jaca - Publicado el
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Iberfoil ha obtenido la autorización ambiental necesaria para iniciar la operación a plena capacidad de su nueva planta en Sabiñánigo. Para ello, se destinarán 45 millones de euros. El objetivo de la instalación es producir bobinas de aluminio verde a partir de la valorización de los residuos metálicos generados en las 17 plantas de la compañía en España y los materiales que recogen de sus clientes.
La nueva factoría, que ya estaba operando en fase de pruebas desde 2023, comenzará a funcionar a plena capacidad entre finales de marzo y principios de abril de este año. La planta está diseñada para operar todos los días de la semana, y en la actualidad, Iberfoil se encuentra en proceso de contratación de personal técnico, con planes de incorporar a 40 nuevos empleados antes de la llegada de la primavera. Estos se sumarán a la plantilla actual de 120 trabajadores.
Para la instalación de los equipos y la maquinaria de las nuevas líneas de fundición, se adaptará una nave de almacenamiento existente de 9.376 metros cuadrados. El proyecto se desarrollará en dos fases: la primera contará con dos líneas de fundición, y la segunda duplicará la capacidad de producción.
Este proceso, dentro del proyecto Iberfoil Integra, tiene un fuerte enfoque en la sostenibilidad, ya que la utilización de chatarra reciclada, tanto interna como externa, reducirá el consumo de aluminio primario y secundario en un 70% en la primera fase y en un 40% en la segunda. La planta operará durante 340 días al año, en un régimen de 24 horas al día. Una vez a plena capacidad, la planta podría alcanzar una producción anual de hasta 44.200 toneladas de bobinas de aluminio.
En cuanto al consumo de agua, se prevé un aumento del 57% en la primera fase, y un incremento aún mayor en la segunda fase, que podría duplicar la demanda actual, alcanzando los 200.560 metros cúbicos al año.