Entre “machistas” y “machitos”: El debate más bronco de las Cortes de Aragón

La portavoz socialista, Mayte Pérez, llama machito a Azcón. La bancada del PSOE ha abandonado el hemiciclo cuando el presidente ha llamado machista al diputado Burrell

Marta López

Zaragoza - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Estamos demasiado acostumbrados a que el debate político sea bronco, subido de tono, con insultos... No te creas que esto pasa solo a nivel nacional. Aquí, en Aragón, también se dicen de todo. Y para muestra, lo que ha pasado este jueves en el Pleno de las Cortes de Aragón, donde se han dicho de todo menos bonito.

Todo viene de un asunto que colea desde hace días. La diputada del PP, Carmen Herrarte, acusó al socialista Álvaro Burrell de llamarla sinvergüenza al finalizar una comisión, cosa que él mismo ha admitido. Pero también de darle un manotazo, algo que Burrell ha negado en todo momento.

“Todo lo que se ha dicho de machismo y violencia es una invención y lo voy a defender cada vez que salga en este pleno”, ha asegurado. Burrel ya anunció que se reserva el derecho de emprender acciones legales por injurias y calumnias.

Esto ha pasado justo antes de que tomara la palabra la portavoz del PSOE, Mayte Pérez, que había solicitado la comparecencia del presidente, Jorge Azcón, para hablar sobre el acuerdo de Gobierno PP-VOX. Y lo primero que hacía era sacarle la cara a su compañero.

Pero el debate que, en teoría, giraba en torno a la coalición de Gobierno, se ha ido calentando. Mayte Pérez le ha dicho a Azcón que es “el líder más reaccionario que tiene el PP” pero también que el líder de Vox, Santiago Abascal, le marca el paso.

Pérez ha recordado la polémica que se generó cuando la presidenta de las Cortes, Marta Fernández (de Vox) fue elegida para el cargo. Y ésta ha salido de su papel institucional para entrar en el cuerpo a cuerpo: “Pide respeto, empiece a tenérselo a esta presidenta, que ya os vale”.

El presidente Azcón tomaba la palabra y volvía al lío de Carmen Herrarte con Álvaro Burrell. “Sí, creo que es usted machista y que agredió a la señora Herrarte, pero ha encontrado a la horma de su zapato, porque se va a defender en cada ocasión, más les valdría callarse y pedir perdón”, ahondaba.

En ese momento, toda la bancada socialista ha abandonado el hemiciclo, mientras los diputados del PP aplaudían a su líder. Sólo se han quedado el secretario de organización del PSOE, Darío Villagrasa y la propia Mayte Pérez, con quien Azcón mantenía el debate. El presidente le recordaba los “líos internos” de los socialistas en Aragón, las diferencias con sus socios e incluso su salida del Comité Ejecutivo Federal del PSOE.

Pérez le respondía diciendo que se comporta “como un buen machito”, asegurando que no iba a hacerse “la víctima como falsa feminista” como hacen “otras mujeres de su bancada”. Azcón se ha defendido diciendo que no la iba a insultar. “Usted me llama machito y el intolerante soy yo”, le afeaba.

Mascarillas, putas y cocaína

El “y tú más” y las alusiones a la corrupción han estado muy presentes. Pérez le ha echado en cara a Azcón el recorte de un 80% las ayudas al desarrollo por deseo de Vox. “Mientras los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza desayunan churros y meriendan hamburguesas; o los de Cuarte desayunan champán Moët Chandom, ustedes condenan proyectos que colaboran con los países en epidemias y hambrunas”, le ha espetado.

Azcón ha sacado entonces a relucir el caso Koldo. “Estoy convencido de que usted también comparte que es asqueroso que algunos socialistas cobraran mordidas mientars había gente que estaba muriendo”, le ha recordado.

El diputado de Vox Santiago Morón ha elevado aún más el tono al decir que si querían hablar de corrupción, “¿por qué no hablan del gasto en cocaína o en putas o el robo a los parados en Andalucía?”

Azcón trataba de zanjar el debate. Asegura que se ha cumplido el 20% del acuerdo de Gobierno PP-VOX y que hay otro 60% que está en ejecución. “Por mucho que les pese, vamos a seguir gobernando, solucionen sus problemas y no molesten”, les ha dicho.

Al finalizar el debate, el socialista Álvaro Burrell volvía a pedir la palabra para defenderse de las acusaciones de “machista” que le había propinado Azcón. Y desde la Mesa de las Cortes, el popular Ramón Celma se la negaba. “Ya ha aclarado lo que tenía que decir, esto no es un espectáculo”, lo justificaba.

Aunque para no serlo, se le parece bastante.

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