Laura, madre de 3 hijos: “Cuando oigo hablar de conciliación, me entra la risa”

El primer barómetro de conciliación de Aragón refleja que ha mejorado un 11% en 15 años. Las familias reclaman que las medidas se adapten de verdad a sus necesidades

Marta López

Zaragoza - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La conciliación ha mejorado en Aragón un 11% en los últimos 15 años. Lo dice el primer barómetro autonómico elaborado por la Fundación Más Familia, una entidad privada sin ánimo de lucro que mide, entre oras cosas, las medidas que ponen en marcha las empresas y la percepción de las familias.

Entre las medidas que facilitan esa conciliación figura la flexibilidad horaria, trabajar por objetivos o el teletrabajo. Eso permite atender a los hijos pero también, por ejemplo, que un trabajador “pueda ausentarse de su puesto para solicitar una ayuda para un familiar dependiente”, señala la directora general de Familia del Gobierno de Aragón, Eva Fortea.

Madre trabajando en casa con sus hijos

Madre trabajando en casa con sus hijos

Las empresas han tomado conciencia de que esto influye en su reputación y de que es ya una exigencia de sus plantillas. “6 de cada 10 trabajadores renunciarían a su trabajo si no les ofrecen condiciones de flexibilidad, las personas quieren que el trabajo les genere un bienestar físico y emocional”, apunta.

¿Hay avances? Sí. Pero a dos velocidades. Mientras las empresas han mejorado un 17,2%, los avances sociales se quedan en un 5,2%. Aquí influyen directamente, por ejemplo, la baja natalidad, el retraso de la maternidad, el incremento de la edad media de la población o el índice de dependencia. El balance, nos dice el barómetro, es positivo. Estamos en el camino, pero queda por hacer. Sobre todo en las empresas más pequeñas.

LA HISTORIA DE LAURA

Los datos son una cosa pero el día a día de muchas familias es otro bien distinto. Laura Castel Tiene 3 hijos, de 8, 4 y 2 años. Y dice que cuando oye esto de la conciliación, le entra “la risa”.

Ella hace malabares con las extrascolares y los deberes y, como muchas familias, tira de abuelos. “Me han llegado a pedir permiso para irse de vacaciones”, cuenta con tristeza. Y aún así, no se plantea tener una jornada completa. “Trabajo 4 horas porque no puedo más, si lo hiciera más horas, tendría que pagar mucho dinero para que me cuidaran a los niños, no me salen las cuentas”, lamenta.

A esto hay que sumar los amplios periodos de vacaciones de los menores: 3 meses de vacaciones en verano, 15 días en Navidad y 10 en Semana Santa. “De nada me sirve que la empresa sea la más flexible del mundo si los horarios de colegios, extraescolares y todo lo que ofertan no se adecua; en agosto me pillo una excedencia o tengo que pagar 200 euros más de lo que cobro”, asegura.

Con su jornada de 4 horas, se pregunta ya qué pasará cuándo se jubile. “Me pregunto qué pasará cuando miren mi vida laboral, dirán que esta mujer no ha hecho nada”, explica. Y aunque confía en que, más adelante, pueda ampliar su jornada, de momento le es imposible.

Éste es un factor más en la brecha salarial entre hombres y mujeres. 9 de cada 10 reducciones de jornada para cuidar de menores, mayores o dependientes las cogen las mujeres.

CASA CANGURO: EL EJEMPLO DE ABIEGO

En el medio rural también hay mucho margen de mejora. El Gobierno de Aragón quiere recuperar las casas canguro, un servicio de cuidado de menores en pueblos donde no hay escuela infantil. Hace años, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de la Provincia de Huesca (FEACCU) impulsó esta iniciativa. Pero, con el tiempo, muchas han ido cerrando.

casa canguro de Abiego

Casa Canguro en Abiego (Huesca)

Actualmente solo queda una, en el municipio de Abiego, de 200 habitantes. Esta casa cerró con la pandemia pero está de nuevo operativa, con 5 niños. En esta localidad vive, desde hace 3 años y medio, Virginia Tartiel. Su hija mayor, de 5 años, estuvo en la casa canguro. Ahora, vuelve a utilizarla con su hija pequeña, de año y medio. Mientars estuvo cerrada, concilió como pudo. “Tenerla abierta de nuevo nos ha facilitado mucho la conciliación a mi marido y a mí, es la diferencia entre poder trabajar o no”, explica en COPE.

El Gobierno de Aragón está haciendo un estudio previo para ver en qué comarcas puede ser “necesario y viable” poner en marcha este servicio. Formará parte de la Estrategia Aragonesa de Conciliación, en la que se está trabajando en estos momentos.

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