Alimentos buenos, limpios y justos: la moda “Slow Food”

La presidenta de Slow Food Zaragoza, Amparo Llamazares, ha contado junto a Juan Barbacil en 'Contigo pan y Cebolla' la filosofía de esta corriente que arrasa en todo el mundo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Slow Food es una asociación internacional que fundó Carlo Petrini en un pueblecito italiano hace más de 30 años. Ahora esta filosofía ha llegado a más de 160 países de todo el mundo tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Aunque literalmente significa “comida lenta”, la traducción más acertada sería “comida reposada”. Alrededor de la comida hay tantos elementos que pueden influir que la asociación ha ido evolucionando y cada vez hay más campo de acción. Según Amparo Llamazares, presidenta de Slow Food Zaragoza “es un movimiento grande, diverso y transformador”. En él está participando muchos profesionales, agricultores, ganaderos, periodistas... etc que tienen una sensibilidad especial por la problemática que existe con los alimentos. Para esta asociación los alimentos que no son una mera mercancía, sino que tienen un valor nutritivo, ecológico y cultural.

En Aragón, Slow Food forma parte del Círculo Alimentario de “Aragón Alimentos Nobles, lo que ves, es”, la campaña puesta en marcha por el gobierno de Aragón para la promoción de los productos aragoneses. Y es que entre los proyectos y acciones que realiza Slow Food está de la de “Alimentos protegidos por el proyecto Arcas del gusto”. El objetivo es proteger, impulsar, catalogar y agrupar aquellos alimentos de pequeña producción que no entran en los canales habituales de los grandes supermercados y que pueden estar en peligro de extinción. La principal característica es que tienen que tener un vínculo con el territorio. “Y eso es biodiversidad” asegura Llamazares. Además han puesto en marcha el “Proyecto Baluartes” en el ponen en contacto a los productores de esos alimentos para darles soporte y que tengan más visibilidad.

Otra de las acciones que están desarrollando en Slow Food para fijar territorio y ayudar a los productores es la “Alianza de cocineros Slow Food”. El objetivo es poner en contacto a cocineros y productores para potenciar el turismo gastronómico. De esa forma los restaurantes aragoneses ofrecen productos de kilómetro 0 ayudando así a los productores que a su vez ofrecen esos productos de calidad, sanos y auténticos de la zona dónde se ubican que dan un “extra” para el turista curioso que se acerca al territorio. Al final, cómo dice Amparo Llamazares “la alimentación es muy importante pero es necesario el tiempo para saborear lo que estamos tomando”. Auténtico Slow Food.

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