El Real Zaragoza logra en Huesca una sufrida y trabajada victoria, que le da media salvación (1-2)

El Real Zaragoza defendió su honor en El Alcoraz y acabó ganando este sábado, con remontada por fin incluida, a un Huesca que empezó poniéndose por delante, pero que después, con el marcador en contra atacó mucho, aunque con más corazón que cabeza. Los de Víctor Fernández supieron sufrir y lograr un trabajado triunfo (1-2) que les da media salvación.

Tras no funcionar bien el Real Zaragoza con tres centrales en la primera media hora, en la que se adelantaron los oscenses con un gol polémico de Lourerio (parecía que había vuelto Julio Velázquez), todo cambió cuando, para acabar con esos malos treinta minutos, Fran Gámez adelantó su posición y, Adrián Liso -el mejor-, con su brillante acción individual (y la ayuda o tragada de Álvaro Fernández incluida), puso el empate cuando más lo necesitaba su equipo, que estaba pasando su peor momento.

Y justo antes del descanso, el VAR supo meter dentro del área un claro penalti por manotazo de Javi Martínez en la cara de Mesa, que ese peligro llamado Rubén Ávalos Barrera se había empeñado en sacar fuera. Transformada la pena máxima por el propio Maikel Mesa (con un Panenka no muy por el centro), la primera remontada en año y medio ya se había fraguado cuando los protagonistas se metían al vestuario bien concienciados de que esperaba una segunda parte en la que había que saber sufrir hasta el final y un poco más. Y ahí, en esa faceta de defender el castillo, una vez más, surgió la figura espectacular de Alejandro Francés.

El partido era importante para los dos equipos para atar la permanencia. Y no defraudó, sobre todo por la intensidad y la lucha que hubo en todo momento. Prueba de ello es que hubo cuatro tarjetas rojas, dos en el campo -Mouriño y Sielva- y otras dos al banquillo oscense.

Aunque el Huesca dominó más (62 por 37 %) y encerró al Real Zaragoza, no supo sacar provecho de las veces que llegó al área visitante y no vio portería. Cometió errores atrás y además estuvo desacertado de cara al gol, en un flojo partido, sobre todo tácticamente.

Los dos equipos carecieron de profundidad en el ataque, como ya viene siendo habitual durante la temporada, y no hubo peligro en las áreas ni los porteros se vieron acosados ni comprometidos. No tuvieron que intervenir en balones con peligro al estar muy pobladas las defensas.

Al Huesca le faltaba atrevimiento, pese a que el Zaragoza blandeaba en todas las líneas. Y cuando se decidió atacar ya empezó a crear peligro y llegar más fácil a la portería de Badía. Así llegaría el gol del Huesca, en el minuto 19 y que inauguraba el marcador en un tiro del polivalente Miguel Loureiro que subió al ataque.

Los marcajes individuales que hicieron los jugadores del Huesca sobre los jugadores más importantes del equipo zaragocista dieron buen resultado hasta que en el minuto 36 una pérdida en el medio del campo, unida a un resbalón de Loureiro, lo aprovechó Liso (que fue derribado y se volvió levantar en una jugada a lo Lamine Yamal) para enviar el balón al fondo de las mallas ante la poco afortunada respuesta del meta local.

El Real Zaragoza acabó mejor la primera parte volcado sobre el área del cuadro local, que tenía problemas para deshacerse del rival. Y en una acción desafortunada de los locales, Javi Martínez dio un manotazo en la cara de Mesa. El consiguiente penalti lo transformó el mismo jugador para dar la vuelta al marcador (1-2).

Tras el descanso el partido estuvo igualado sin que el Huesca, que lógicamente dominaba, se decidiera tampoco a ir abiertamente al ataque. Apelotonados y con pocas ideas claras, y con cierto nerviosismo, mientras que el Real Zaragoza, con el marcador a su favor, estuvo más sosegado y controló relativamengte todas las situaciones.

Los cambios en el Huesca buscando más poder ofensivo y frescura en el medio del campo hicieron que el partido se volviera más vivo. Y el juego más bronco con faltas cometidas a destiempo.

Ese factor hizo que no se viera fútbol y fuera más una lucha entre todos para ver quién se hacía con el balón, con el Huesca volcado sobre el área visitante y con un disparo en el minuto 82 de Hugo Vallejo que despejó con apuros Badía.

Los últimos minutos del partido, tras la expulsión de Mouriño, fueron de un dominio total del Huesca, mientras que se defendía con uñas y dientes el Real Zaragoza, que cerraba todos los huecos con todos sus jugadores de campo delante de Edgar Badía y desde el 85 sin Mouriño, ingenuamente expulsado. Al final, también los locales se quedaban con diez por la roja directa a Sielva al derribar violentamente y también siendo el último jugador, a Germán Valera.

Huesca 1: Alvaro Fernández; Nieto, Loureiro (Mier, m.70) Jorge Pulido, Vilarrasa; Sielva, Kortajarena (Bolivar, m. 70), Javi Martínez; Gerard Valentín (Tresaco, m. 81), Joaquín (Hugo Vallejo, m. 62), y Elady (Obeng, m. 62).

Real Zaragoza 2: Badía; Gámez, Mouriño; Francés, Lluis López, Lecoeuche (Zedadka, m. 46) ; MarcAguado, Toni Moya, Mesa (Jaume, m. 65); Azón (Jair, m. 89) y Liso (G. Valera, m. 76).

Goles: 1-0, M. 19 Loureiro; 1-1, m. 36; 1-2, m. 45 (+5) Mesa (p).

Arbitro: Avalos Barrera. (CTA Catalán). Mostró tarjetas a amarillas por parte del Huesca a Loureiro, Obeng, Bolívar, y roja directa a Sielva (m. 90 +4) ; y por parte del Real Zaragoza a Liso, Badía, y roja a Mouriño por doble amonestación en el minuto 85.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima sexta jornada de la Liga Hypermotion disputado en el Estadio de Alcoraz entre la SD Huesca y el Real Zaragoza ante 8.181 aficionados.