El Zaragoza creó numerosas ocasiones para haber ganado al Oviedo, pero fue incapaz de marcar (0-0)

El Real Zaragoza generó multitud de ocasiones en la noche de este lunes en La Romareda ante el Oviedo, pero la fortuna sigue sin estar de su lado en las últimas semanas, pues el choque ante los asturianos acabó como había empezado, con empate a cero en el marcador. Los dos equipos tuvieron sus oportunidades, especialmente el cuadro aragonés, que pudo incluso golear, pero la pelota no quiso entrar. Y cuando entró, en el minuto 87, el tanto se anuló por fuera de juego de Alejandro Francés, que peinó en posición antirreglamentaria un balón que remacharía Azón sobre la misma línea.

El técnico zaragocista, Fran Escribá, comentaba hace unos días que el fútbol acabaría devolviéndole a su equipo todo lo que le está quitando últimamente, pero está claro que este lunes todavía no era el día en el que eso sucediera. El conjunto aragonés hizo más méritos para lograr la victoria, más que otras veces y con más juego y llegadas que en todo lo que llevamos de temporada, pero el gol se le sigue negando y el equipo queda anclado en la novena posición, a cinco puntos del ascenso directo y a dos de la promoción.

Por su parte, el Real Oviedo, con su empate en el estadio de La Romareda, continuó engordando la buena racha que acumula, con siete jornadas consecutivas sin perder, a la vez que ahonda en la herida del conjunto aragonés en su estadio, donde lleva sin ganar desde el pasado 3 de septiembre.

El conjunto carbayón aprovechó que las cosas no le salen al Real Zaragoza en su estadio -donde los 'blanquillos' suman tres empates y otras tantas derrotas en sus seis últimos enfrentamientos-, para continuar con la tendencia positiva que está exhibiendo desde hace bastantes jornadas a raíz de la llegada de Luis Carrión.

El empate, para el equipo zaragozano, vuelve a poner de manifiesto que después de un espectacular inicio con cinco victorias en las cinco primeras jornadas se ha desmoronado y que su técnico, Fran Escribá, no es capaz de frenar esa tendencia por lo que comienza a estar en entredicho, pese a la buena puesta en escena mostrada ante el Oviedo.

Eso sí, también se pudo ver a un conjunto aragonés precavido, con demasiado respeto a una posible pérdida, dominó los compases iniciales, aunque le costaba mucho progresar con el balón por el exceso de cautela.

Demasiado lento en la circulación del balón no podía superar la presión del conjunto ovetense, aunque fue capaz de llegar en varias ocasiones aisladas, más producto de robos de balón o de jugadas a balón parado que elaboradas.

Al equipo asturiano también le costaba sacar el balón jugado y eso provocó que la presión 'blanquilla' robara varios balones con cierto peligro.

El central Alejandro Francés tuvo la opción de abrir el marcador en el minuto 15 tras el saque de una falta pero la cesión de Iván Azón la mandó a las nubes cuando estaba al borde del área pequeña.

El punta zaragocista, tras otro robo, disparó a las manos del meta Leo Román en el 21 y en el 28 remató de cabeza un saque de falta que se marchó fuera por poco.

Sin mucho juego, el equipo de Fran Escribá sumaba ocasiones, aunque con el resultado habitual de los últimos encuentros, falta de precisión.

Y si habitual es la poca puntería en el área contraria, también parecen haberse convertido en algo recurrente los graves errores atrás. En esta ocasión fue el meta Dani Rebollo el que se hizo un lío con el balón en los pies al filo de la media hora al intentar regatear a Jaime Seoane, que le robó el balón y lo estrelló en el poste. El rechace posterior no lo supo aprovechar Borja Bastón, al quien le impidió Francés rematar como pretendía.

Salvo esa oportunidad, provocada por un error local, el Real Oviedo apenas se acercó por el área aragonesa en los primeros 45 minutos.

Tras el descanso el conjunto asturiano dio un paso adelante y comenzó a llegar con cierta asiduidad a la meta zaragocista mientras que el equipo aragonés no era capaz de hacerlo al área visitante, contrariamente a lo ocurrido en los primeros 45 minutos.

Sin recuperar balones y sin balón parado al Real Zaragoza se le fue poniendo cuesta arriba el partido ante un rival menos encorsetado que en el primer tiempo y que empezó a meterle miedo en el cuerpo a los aragoneses con varias llegadas que, si bien no fueron contundentes, empezaban a demostrar que el signo del enfrentamiento había variado sustancialmente.

Viendo el cariz que tomaban los acontecimientos el equipo zaragozano se sacudió el miedo y en el tramo final optó por arriesgar entrando en juego en una ida y vuelta con llegadas a las dos áreas.

En esos minutos la oportunidad más clara la tuvo el equipo local en un doble remate a bocajarro de Sergi Enrich que primero salvó el portero y después Dani Calvo bajo palos en el 79.

Paulino probó a Dani Rebollo cuatro minutos más tarde con el partido totalmente desatado y el cancerbero 'blanquillo' respondió bien.

El Real Zaragoza marcó en el 87, pero Francés estaba en fuera de juego por lo que el tanto que remachó Azón sobre la línea fue anulado y ahí se acabó la pólvora de los dos equipos.

R. Zaragoza 0: Rebollo; Borge, Francés, Jair, Lecoeuche; Germán Valera (Bermejo, m.85), Marc Aguado (Francho, m.65), Jaume Grau, Maikel Mesa (Sergi Enrich, m.65); Mollejo (Manu Vallejo, m.65) e Iván Azón.

R. Oviedo 0: Leo Román; Luengo (Lucas, m.46), Costas, Dani Calvo, Abel Bretones; Cazorla (Camarasa, m.64), Colombatto; Viti, Seoane (Paulino, m.75), Sebas Moyano (Masca, m.82) y Borja Bastón (Alemao, m.64).

Arbitro: Moreno Aragón (Comité de Madrid). Amonestó con tarjeta amarilla a Mollejo, del equipo local y a Costas, del visitante.

Incidencias: partido correspondiente a la decimocuarta jornada de Liga de Segunda división disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 18.089 espectadores.