Migas en mano y vino servido en teja: Una tradición con 200 años de antigüedad

Se celebra en la localidad zaragozana de Romanos y está declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón. Se cortan más de mil barras de pan y se reparten hasta 120 litros de vino

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Enrique Pérez

Zaragoza - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La localidad de Romanos va a vivir este lunes 26 de agosto una de las tradiciones más singulares de la provincia de Zaragoza. Se trata de las migas y el vino en teja, declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón desde 2016, todo un acontecimiento turístico, cultural y gastronómico para la localidad que tendrá lugar a las 18.30 durante sus fiestas en honor a San Bartolomé.

La tradición, cuyo recorrido comienza en la plaza del Ayuntamiento, consiste en el reparto de migas y vino a todo aquel que quiera. Eso sí, las migas se sirven en la mano y el vino se bebe en teja. Y no en cualquier teja, sino en una antigua de origen árabe.

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Las migas son protagonistas cada 26 de agosto en Romanos.

Para que todo esté listo, los preparativos comienzan una semana antes, cuando los conocidos como “migueros” empiezan a preparar las migas. Debido al gran éxito de público, y para que nadie se quede sin su puñado de migas, para elaborarlas se cortarán más de 1.100 barras de pan.

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Se van a cortar más de mil barras de pan y se reparten 120 litros de vino.

Las migas se elaboran siguiendo la receta local, que en Romanos destaca porque las migas no son fritas sino escaldadas, es decir, que cuando están secas se revuelven en aceite y se cuecen brevemente. Los más de 120 litros de vino que se beben durante esta fiesta son donados por un vecino de la localidad.

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Este es el ambiente que se respira en las calles de Romanos cada 26 de agosto.

Este lunes son los propios “migueros” los que, vestidos con la indumentaria tradicional, sirven el vino, trasportan y reparten las migas en carretillos de forja especialmente acondicionados para el acontecimiento. Las migas se sirven con la rasera directamente en las manos y el vino se bebe directamente en la teja y es vertido en ella por con un almud, un instrumento de medida utilizado desde la dominación árabe de la Península para calcular las cantidades de bebidas o de áridos.

Según cuentan, el origen de esta fiesta se debe a la iniciativa que tuvieron los vecinos de Romanos de repartir comida el día de su fiesta. Se dice también que la tradición comenzó hace más de 200 años, aunque la primera referencia documentada data de 1926. El reparto de las migas y el vino se realiza a lo largo de un recorrido por la localidad amenizado por la charanga.