Una mano amiga desde Tarazona en dirección a Ucrania

El 'Proyecto Ucrania' nacido en la localidad turiasonense y con la colaboración de su Diócesis, su ayuntamiento y, sobre todo, sus voluntarios, premio 'Especial Valores'

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Ya está todo a punto para la celebración de la II Edición de la gala de los 'Premios Valores COPE Aragón'. Por segundo año consecutivo el Auditorio de Zaragoza -en la Sala Luis Galve- volverá a acoger estos premios que este año reconocerán los diferentes proyectos y acciones que tienen a los valores como punta de lanza.

Así, en este 2023 el 'Proyecto Ucrania', que surgió de la colaboración vecinal en la localidad de Tarazona, recibirá el premio 'Especial Valores'. Una causa que nació de la iniciativa de Miguel Taus, pero también de la colaboración entre la Diócesis de Tarazona y el Ayuntamiento de este municipio.

Este martes hemos podido charlar con este vecino, cuya intención inicial era coger su coche y viajar en solitario a la zona de conflicto, a la frontera de Polonia, para poder sacar del lugar a todas las familias y personas que pudiera. Una idea a la que se fueron añadiendo varios amigos. "Seguimos ayudando a la gente aquí en Tarazona gracias a ACCEM", cuenta.

Respecto a los inicios, recuera que "empezamos siendo dos, al principio iba a ir yo solo para traerme una familia a mi casa, llamé a un amigo y me dijo que venía conmigo (él era de Cádiz, Jesús Ortega), y mi hermano me iba a dejar una furgoneta, pero estaba rota, así que llamé a un amigo que trabaja en una empresa de publicidad, a ver si me dejaba una...". Así fue como fue creciendo esta cadena de favores que terminó sacando del conflicto a muchas personas.

LOS PRIMEROS MOMENTOS

"Esos primeros momentos hacen ya más de un año", recuerda Miguel. Y prosigue contando: "Don Eusebio decía, en su día, que fue todo providencial. Porque todo este tema de que se había firmado un convenio entre el Ayuntamiento y la Iglesia, no tenía ni idea... Decidí salir con unos amigos para Ucrania, organizando todo esto, y lo del convenio fue providencial. Fuimos paralelos a toda la organización".

En esa misma línea, Taus también explica: "Tiene un sabor agridulce porque ahora la verdad es que estamos muy contentos, porque el resultado ha sido muy bueno, pero también tiene una parte agria, porque para que nosotros podamos recibir estos reconocimientos hay una gente que ha tenido que dejar sus casas y lo están pasando muy mal...".

Un proyecto que sigue muy vivo y que ha cambiado la vida no solo de adultos, sino también de muchos niños que han podido comenzar una nueva vida y continuar con su educación gracias a la solidaridad y los valores de los vecinos de Tarazona.

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