¿El agua de las piscinas daña los oídos? El otorrino Sergio Obeso aclara si es mito o realidad

En el espacio 'Salud al Día', hablamos con el doctor Sergio Obeso, que pasa consulta en la Clínica Zigomat de Gijón, sobre la pérdida auditiva, causas y posibles tratamientos

Marcos Martín

Asturias - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

COPE Asturias acerca a los oyentes, semanalmente, claves para mantener una buena salud. Lo hace en su espacio 'Salud al Día', en el que este viernes ha participado el otorrinolaringólogo Sergio Obeso, que pasa consulta en la Clínica Zigomat de Gijón, situada en la calle Cienfuegos, 2. Ha abordado las diferentes causas de la pérdida auditiva y también las posibles soluciones. Además, ha aclarado si es un mito o realidad que el agua de las piscinas daña los oídos.

Obeso ha explicado que la pérdida auditiva puede tener diferentes orígenes: "El sistema que tenemos para recibir los sonidos y transmitirlos al cerebro tiene dos componentes, un sistema de amplificación y el oído interno; pueden deberse a problemas en uno de estos dos componentes o problemas que tienen que ver con los dos".

"Lo más habitual -explica el otorrino- es que sean pérdidas auditivas de poca intensidad por un tapón de cera o acumulación de mocos en el tímpano, que suele ocurrir con catarros". En el caso de pérdidas severas, "puede tratarse del deterioro de un grupo de células en el oído interno, que tiene que ver con la edad", añade.

El problema del sonido

Obeso, sin embargo, asegura que se pueden tomar medidas preventivas porque las pérdidas "se pueden producir, en gente joven, por una exposición a ruidos intensos, bien en el ámbito laboral o de forma lúdica".

"El sonido es problemático cuando es muy intenso y estamos muy cerca; hay trabajos en los que tiene que ser así, y la empresa aporta elementos o sistemas de protección laboral".

SERGIO OBESO

Además, "hay fármacos que también pueden ser nocivos, como antibióticos muy concretos o medicamentos de quimioterapia". Por lo que, por lo general, la causa es la exposición a ruidos intensos.

El agua de la piscina, ¿mala para los oídos?

El doctor Obeso ha abordado, también, una de las cuestiones que preocupan en el día a día, sobre todo en verano: ¿el agua de las piscinas es mala para los oídos? El otorrino ha sido claro: "Depende".

"Los que padecen una perforación timpánica, que puede ser una secuela de una otitis, tienen el riesgo de que el agua entre y genere una infección en la caja del tímpano, donde están los huesecillos y no deberían meter la cabeza bajo el agua", explica Obeso.

NIÑO PISCINA

Advierte, además, de que "las personas que tienden a desarrollar otitis externas, también tienen que tener cuidado", aunque aclara que "no van a tener una pérdida auditiva significativa como consecuencia". Sin embargo, "las personas que tienen perforación, sí tienen más riesgo de que infecciones reiterativas en el oído a causa del agua pueda generar incompetencia del oído para generar una buena percepción sonora".

Tratamientos

Los tratamientos dependen de la causa de la pérdida auditiva. Hay algunas banales: "Con la cera, el tratamiento está claro; y cuando hay acumulación de moco, hay formas para extraerlo que son bien toleradas y poco invasivas".

Si hay rigidez en la cadena de huesecillos, en la cadena timpánica, "se puede apostar por una solución quirúrgica". Sin embargo, cuando el problema tiene que ver con el oído interno, que admite menos reparación, "los tratamientos van a ir encaminados a la sustitución".

Obeso lo equipara a las gafas: "Cuando una persona es miope, lleva gafas; y si la pérdida auditiva es suficiente como para que se produzca una falta de adaptación laboral o social, se pueden usar los audífonos".

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