De Brasil a Asturias: la aventura de plantar feijoa en Sariego

76 jóvenes asturianos, entendiendo por jóvenes los menores de 40 años, se han incorporado este año a la actividad agraria en Asturias aprovechando las ayudas del Principado, que ha destinado a este objetivo un total de 4.660.000 euros.

El 56% de los beneficiarios ha obtenido el máximo de la subvención, concretamente 70.000 euros, al incorporar en su plan empresarial medidas preventivas frente a la fauna salvaje. Esta cifra supone un aumento del 23,12% respecto al año pasado.

Por sectores, la mayoría de las incorporaciones están vinculadas a explotación ganaderas, de vacuno de carne, de leche, mixta de ambas, ovino-caprino, porcino y apicultura, con 61 expedientes en total; otros 12 corresponden a agricultura y 3 a explotaciones mixtas cultivo-ganadería.

En cuanto a su ubicación, el 45% de los negocios se sitúan en el occidente, el 39% en el centro y el 16% en el oriente de la comunidad. Las mujeres representan el 50% de los beneficiarios y el 92% ha optado por acceder a la titularidad de la explotación de modo exclusivo.

La convocatoria de este año cierra el Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2016-2023, que durante su período de vigencia ha apoyado la incorporación de 943 jóvenes a la actividad agraria con cerca de 40 millones en ayudas.

Plantar feijoa en Sariego

Uno de esos 76 jovenes que se han incorporado este año a la actividad agraria es Abel Amieva Medero. Tiene 38 años y, al igual que su mujer, ya tenía experiencia en el campo. Ella es técnico en producción agroalimentaria y él ha trabajado como autónomo en la gestión de cultivos o podas o recogidas.

Ahora, con la ayuda de 50.000 euros en cinco años que les da el Principado, quieren poner en marcha, en Sariego, una plantación de feijoa, una fruta de origen brasileño.

"Ya tenemos una plantación de feijoa pequeñina, también algo de lúpulo y, bueno, gracias a esta ayuda vamos a ponernos un poco serios con el tema la feijoa, que creemos que tienen salida aquí en Asturias", asegura.

"Aquí tenemos el clima perfecto para producir esta fruta, igual que ya se está produciendo aguacate o papaya", nos explica, confiando en el éxito de la feijoa en nuestro país. "De aspecto se parece mucho a un higo, pero tiene unos sabores muy cítricos: piña, fresa, un poco de frambuesa... La primera vez se puede hacer extraño".

Abel está convencido de que el campo tiene futuro y cada vez serán más los jóvenes que apuesten por él.

"Se está incorporando mucha gente nueva que viene de la ciudad, que después de la pandemia quiso hacer ese cambio", asegura, recalcando que "por mucho que nos quieran decir que hay un abandono, yo creo que estamos creciendo muchísimo y con los años va a ser un poco tendencia. Los cambios de hábito de consumo, sobre todo, creo que el camino va por ahí".