Un conductor borracho se duerme delante de un stop en Blimea: ¡Ni siquiera fue capaz de soplar!
El hombre tuvo que ser trasladado al hospital donde multiplicó por seis la tasa permitida en sangre
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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Si bebes, no conduzcas. El consejo no sólo forma parte de una conocida canción del artista invidente estadounidense Stevie Wonder. Es lo más sensato después de haber ingerido alcohol. Pese a que la teoría es de sobra conocida, no todos los conductores la llevan a la práctica. Hay casos en los que se la saltan pese a llevar una borrachera descomunal. Es lo que ha ocurrido en la localidad asturiana de Blimea, en el concejo de San Martín del Rey Aurelio, donde la Policía Local ha detenido a un conductor que ha multiplicado por seis la tasa de alcohol permitida.
Los agentes repararon la madrugada del 24 de noviembre en la conducción anómala de un vehículo que circulaba por la avenida de La Libertad. Al llegar al cruce, el conductor se detuvo ante la señal de stop pero no reanudó la marcha. Posiblemente, se había quedado dormido debido a la gran cantidad de alcohol que había consumido.
Tasa de alcohol en sangre seis veces superior a la permitida
El hombre estaba tan pasado de copas que ni siquiera fue capaz de soplar en el etilómetro y tuvo que ser trasladado hasta el Hospital Valle del Nalón, en Langreo. Una vez en el centro sanitario accedió voluntariamente a que le practicaran una prueba de alcohol en sangre que certificó una tasa seis veces superior a la que la normativa permite. El resultado arrojó 2,98 gramos en litro cuando la tasa máxima de alcohol en sangre que fija la ley es de en 0,5 g/l.
Delitos y penas a las que se enfrenta
Los hechos ocurrieron en torno a las dos de la madrugada del viernes. El juicio rápido ya se ha celebrado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Laviana, que determinará la condena al acusado, según informa Europa Press.
De acuerdo al código penal, los hechos son constitutivos de un delito contra la seguridad vial que está castigado con penas de prisión de entre tres y seis meses, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad, además de la pérdida del carné de conducir durante un periodo de entre uno y cuatro años.