La historia de Ana Labad: de Madrid a recuperar la actividad conservera en un pueblo asturiano

Dejó un trabajo en la capital para vivir en Lastres, localidad de la que es oriundo su marido, y ambos fundaron, en 2018, Anchoas Hazas, que emplea ahora a 14 vecinos del concejo

Marcos Martín

Asturias - Publicado el - Actualizado

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Ana Labad ha recorrido el camino inverso a la mayoría. En una época en la que las aldeas se despueblan, en la que los jóvenes que han nacido en los pueblos se van a la ciudad en busca de oportunidades; ella dejó su trabajo y su vida cosmopolita en Madrid, para mudarse, junto a su marido, al pueblo de él: Lastres, en el concejo asturiano de Colunga. Allí fundaron Anchoas Hazas, recuperando la tradición conservera de la localidad.

"Queríamos tener un hijo y que se criara en Lastres, llevábamos la tienda del pueblo, pero vimos que ese negocio dependía del turismo de verano, y queríamos algo más de estabilidad", ha explicado, en COPE Asturias, Ana.

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Con esa premisa, fundaron su empresa en 2018, un proceso "gratificante, pero duro" debido a la burocracia: "Es lenta -ha reconocido-, pero no es nada comparado con Madrid. Lo bueno que tiene el pueblo es que vas al Ayuntamiento y hablas con una persona, no es lo mismo que ser un número en un expediente", ha reflexionado.

De la experiencia al relevo generacional

"No saíamos nada, solo que nos gustaban las anchoas", ha reconocido Ana sobre los inicios de su empresa. Su desconocimiento sobre el sector, les hicieron apoyarse en las profesionales que habían trabajado en conserveras ya cerradas en Colunga. Ellas fueron las primeras empleadas de una empresa que ya cuenta, en la actualidad, con 14 trabajadores.

ANA LABAD ANCHOAS HAZAS

Ana Labad y su marido en las instalaciones de su empresa, Anchoas Hazas.

"Muchas de las mujeres con las que iniciamos el proyecto eran conserveras; pero ya se han jubilado dos y otras dos lo pueden hacer ya, pero les gusta trabajar. Ahora hacemos incorporaciones más jóvenes, las que hemos hecho en el último año y medio han sido de chicas del pueblo que rondan los treinta años", ha explicado.

Además, Anchoas Hazas acaba de hacer una nueva incorporación: "Es un chico, nuestra primera incorporación masculina", cuenta Ana, que desvela que su trabajador más reciente es de Lastres, pero vive en un pueblo de Lastres y Villaviciosa.