Los secretos que esconde la fauna del Parque Ferrera: un ecosistema propio en el centro de Avilés

Más allá de los característicos patos del estanque, hay muchas más especies, sobre todo aves, reptiles e insectos

Borja García

Oviedo - Publicado el

3 min lectura

El Parque Ferrera es uno de los pulmones verdes de Avilés. Céntrico, cerrado por los muros, es un espacio característico de la ciudad que los avilesinos sienten como suyo. Los habitantes de la ciudad lo eligen para sus paseos vespertinos, para sus actividades deportivas, para tomar el sol en su césped durante el verano y para disfrutar con los más pequeños. Sus más de 80.000 metros cuadrados están llenos de vida. Más allá de toda la flora, también de animales. Lo más característico son los patos del estanque.

Pero hay más especies características. De hecho, los patos no están solos. Mireya Navarro, técnica de Medio Ambiente, conoce bien la biodiversidad del Parque Ferrera. Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente ha dirigido unas visitas guiadas por el parque. Y cuenta en COPE Avilés que los patos frecuentemente tienen compañía: "Una garza real. Es silvestre y vuela desde las cercanías de Avilés. Es fácil verla con los patos, pero no tiene nada que ver con ellos. Seguramente vaya a alimentarse o a estar en reposo en el estanque". Más allá de la garza real, también hay petirrojos o urracas.

Especies extrañas

Otra especie que vuela y que también se puede ver en el Ferrera es el murciélago. Y sobre todo en verano, se deja ver en el Ferrera: "A veces es complicado verlos. Son de vital importancia, porque se alimentan de mosquitos, es bueno darles importancia. Se les puede ver cerca de las luces del parque. Las luces atraen a los mosquitos y es fácil verlos acudir a por esos mosquitos".

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Sonido característico

El murciélago es una de las especies que más llaman la atención en el Parque Ferrera. Pero no es la única. El autillo también se deja notar: "Es un búho chiquitito. Más que verle podemos escucharle por la noche. Como una especie de pitido o de alarma. Cuando las personas no lo conocen piensan que es un coche sonando toda la noche, pero no. Es un búho muy pequeño y es un honor tenerlo en parques como el Ferrera. A veces llegan quejas a los Ayuntamientos y es ese pequeño búho. Es un silbido continuo durante toda la noche, pero no se puede ver. El plumaje se parece muchísimo al tronco de los árboles".

¿Dar comida a los patos?

Son algunas de las especies presentes en el Parque Ferrera. Hay vida más allá de los más aclamados, que son los patos. Con los que también hay que tener una serie de precauciones: "Están de manera continua en el parque y al ser domésticos se aproximan mucho a las personas. Como recomendaciones diría que los perros en esa zona deberían ir atados. Son depredadores y pueden ir detrás de un pato. Y lo segundo, que el alimento que se les da, que suele ser pan o gusanitos no es el adecuado. Se pueden alimentar solos o si el Ayuntamiento tiene un sistema de alimentación. En caso de que alguien quiera darles de comer lo ideal sería darles lechuga o maíz.

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Ecosistema propio

El Parque Ferrera es todo un ecosistema propio en apenas 80.000 metros cuadrados en el centro de Avilés: "Es un ecosistema que hay que cuidar, mantener y potenciar. Intentar mejorar esa biodiversidad. Si un sitio es adecuado para la fauna también lo será para nosotros".

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