PATRIMONIO AVILESINO
Una joya cada vez más descubierta: el Cementerio de Avilés y su impresionante patrimonio
El camposanto avilesino cuenta con obras escultóricas de gran valor y está reconocido como uno de los más impresionantes de España
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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Avilés poco a poco va sacando músculo de sus bondades. Dejando atrás su pasado industrial, la ciudad se se va consolidando como una de las grandes joyas de Asturias y del norte de España. Con un casco histórico envidiable, un parque como el Ferrera como pulmón, un barrio marinero como Sabugo y la apuesta por la cultura del Niemeyer, son múltiples los atractivos que la ciudad ofrece. Uno que todavía pasa en ocasiones desapercibido es el Cementerio de La Carriona. El camposanto avilesino es reconocido a nivel nacional por el lustre que tienen algunos de sus panteones y por algunas de las esculturas que contiene.
El cementerio de La Carriona refleja además mucho de la idiosincrasia de la ciudad de Avilés. Data de finales del siglo XIX, que fue una de las épocas de despegue en la ciudad. En él se juntan momentos que fueron claves en Avilés. El carácter indiano de los que retornaban a la villa de América, la revolución industrial que comenzaba a llenar de fábricas la comarca y el auge de edificaciones nobles en la ciudad, también con nombres destacados que surgieron de Avilés.
"Un cementerio majestuoso"
Esa amalgama que poco a poco iba dibujando la historia de la ciudad también tiene reflejo en el Cementerio de La Carriona, como explica Manuel Ángel Hidalgo, ex director del Museo de Avilés: "Toda esa época de finales del Siglo XIX es una época fundamental en Avilés. Junto con la Edad Media y la posterior llegada de Ensidesa, son las tres patas de la historia de la ciudad. Hay muchas cosas de ese Avilés que se transforma. De la mano de la emigración a América. Esos indianos que vuelven ricos, que no son todos los que fueron, quieren inmortalizar esa riqueza con enormes panteones. Es un cementerio majestuoso".
De hecho el Cementerio de La Carriona es por ejemplo el único de Asturias y de los pocos de España que forma parte de la Red Europea de Cementerios Significativos y ha obtenido diversos galardones en concursos nacionales de cementerios. Es una auténtica joya, como expresa Hidalgo: "Es el mayor museo al aire libre de la ciudad. Hay un conjunto de esculturas y obras arquitectónicas y monumentos que es una auténtica joya. También es una lección de vida y de historia de cómo ha ido evolucionando la sociedad".
Las joyas de la corona
De la pieza más destacada hay poca duda. El enterramiento de la familia de los marqueses de San Juan de Nieva es el que tiene la pieza más codiciada. La pieza más reconocida. Es de 1902 y es de mármol de Carrara. La figura del ángel con una trompeta en la mano es sobrecogedora. La leyenda cuenta que en los ojos tenía piedras preciosas, pero fueron robadas. Ese ángel, que solamente es una pieza más de un majestuoso panteón es una de las joyas de la corona, como reconoce Hidalgo: "Es una escultura de Cipriano Folgueras. Refleja esos momentos de la historia".
También llaman la atención el enterramiento de Armando Palacio Valdés, de Bonifacio Heres, o de la familia García Morán también llaman la atención por ser grandes obras. Desde el Centro de Interpretación del Cementerio se busca seguir dando a conocer todas las joyas que hay en el camposanto avilesino. Ofrecen visitas guiadas y tienen dos recorridos. Uno para las joyas arquitectónicas y otro para los avilesinos de renombre que también descansan en La Carriona, en tumbas o nichos. Como Enrique Castro 'Quini' y su hermano, el saltador de longitud Yago Lamela o figuras históricas como Marcos del Torniello.