La mayor colección privada en torno al Quijote está en Gijón: estas son las joyas de la Biblioteca Cervantina

Gijón se ha sumado a la celebración del Día de las Bibliotecas y lo ha hecho con una buena salud de su red municipal. En el último año, han recibido a 431.000 usuarios. Son 77.000 más que en 2022. La biblioteca Pachín de Melás, en La Arena, ha sido la más visitada; mientras que la de La Calzada es la que más libros ha prestado. En total, entre las once que conforman la Red Municipal de Bibliotecas, los gijoneses han retirado, en el último año, 181.000 ejemplares.

Pero no solo de cifras crecientes de lectores puede presumir Gijón en este Día de las Bibliotecas, también de un espacio único, que nació fruto de una donación y que ha ido creciendo hasta convertirse en "una auténtica joya". Es la Biblioteca Cervantina, ubicada desde hace seis años en la Antigua Escuela de Comercio, pero su origen está en la biblioteca de El Coto.

Colección donada por Ramón Álvarez Viña

Su bibliotecaria, Ana Alonso, ha contado en COPE cómo, en 2006, se materializó la donación de todos estos materiales del empresario Ramón Álvarez Viña al Ayuntamiento de Gijón: "Tenía un amor especial por todo lo que tenía que ver con Cervantes y el Quijote y completó una colección muy importante".

La colección, ahora en manos de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, tenía un fondo inicial de unos 2.000 registros. Cifra que ha superado ya holgadamente: "La mayoría son libros, ediciones en todos los idiomas, con un protagonismo especial para el francés, el portugués y el ruso... pero también hay grabaciones sonoras o vídeos", explica la bibliotecaria.

Se trata, según ha asegurado la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, de "la mayor biblioteca privada de este tipo". Su donación al Ayuntamiento y exposición, primero en El Coto, y luego en la Escuela de Comercio, "sitúa a Gijón en el mapa cervantista", asegura la regidora.

Una de las piezas más llamativas es la edición más antigua de la Biblioteca: un Quijote editado, en Londres, en 1706. Sin embargo, desvela Ana Alonso que Álvarez Viña tenía otras piezas preferidas que iba a ver "muy a menudo". 

Las piezas preferidas del coleccionista

Se trata de dos tomos editados, en Londres, en 1809 y traducidos por Smollett, con una dedicatoria en su primer tomo: "Él decía que le tenía mucho cariño porque se lo había comprado a un librero de Coimbra, en Portugal, y la dedicatoria podría ser a la delegación de la Junta General del Principado que partió, el 30 de mayo de 1808, del puerto de Gijón".

También tenía querencia por un facsímil, editado por la Biblioteca Nacional, que recupera un Quijote en ilustraciones que había pintado, a mano, el japonés Serizava Jagaku, en Kioto, en 1936; y por el guion de Manuel Gutiérrez Aragón para la película 'El caballero Don Quijote'.