Una tienda de embutidos de Gijón sorprende con su peculiar árbol de Navidad: chorizos como ramas y guindillas en vez de luces
El negocio, ubicado en el barrio de La Arena, lleva más de 10 años colocando un particular abeto y los clientes ya lo demandan cuando llegan las fiestas: "No está a la venta, al menos hasta enero"
Asturias - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Dicen que, en cuestión de gustos, no hay nada escrito; y en lo que se refiere a la decoración navideña, cada diciembre hay nuevos adornos y, además, mandan las modas: unos años se lleva el blanco y plateado; otros, el rojo y el dorado; y, últimamente, la mezcla de todos los colores. Sin embargo, hay un abeto navideño que trasciende de las modas, cuya originalidad no tiene parangón y que se ha convertido en toda una tradición en el negocio de Gijón donde luce cada Navidad.
Siendo una tienda de embutidos, no extraña tanto, pero el árbol es peculiar y no le falta detalle. Las dependientas han cambiado las ramas por ristras de chorizos de la localidad leonesa de Geras de Gordón; y las guirnaldas de luces -que tanto cuesta desenredar de un año a otro en los árboles tradicionales- son guindillas.
"La gente nos felicita por el árbol y es una satisfacción muy grande", asegura Maribel, una de las dependientas de Entrepeñas, que asegura que "está gustando mucho a todo el que lo ve".
Una tradición: "Más de 10 años"
Te puede interesar
La tienda de embutidos lleva "más de 10 años" luciendo este árbol formado por 100 kilos de chorizos. Toda una tradición que esperan, desde noviembre, los clientes del negocio: "Nos preguntan cuándo vamos a poner el escaparate navideño". Una vez puesto, tanto el árbol como el Belén, son "una atracción". Sobre todo para los niños.
"Cuando salen del cole, pasan por aquí, y aunque vean lo mismo todos los días, se paran a mirar", asegura Maribel; que explica que "hacemos pequeños juegos con ellos: les preguntamos dónde está un gato, un perro o una lagartija, que son figuras pequeñas y se ponen a buscarlas". Es "divertido" para ellos, y "nosotras... encantadas".
¿Está el árbol a la venta?
Preguntada por si se puede comprar este peculiar árbol, Maribel responde tajante que "no"; aunque, entre bromas, aclara que "lo venderemos en enero... por partes". Su compañera, Esther, desvela que muchos de sus clientes le dicen en tono jocoso que, "cuando pase Reyes y lo vayáis a tirar, me avisáis y vengo yo a recogerlo".